¿Otra Mikaelson?

6. Comida Familiar

En el comedor, la mesa estaba puesta para cinco personas. Había cinco platos blancos con unos pequeños detalles dorados en los bordes, cinco juegos de cubertería de plata, cinco servilletas rojas con los mismos bordados dorados de los platos y cinco copas doradas con unas piedras rojas incrustadas. En el centro de la mesa había una gran cazuela que desprendía un olor a pollo muy agradable para el estómago. El mantel era de color rojo y en medio se podia ver un simbolo, aunque Keira no pudo verlo bien ya que los platos, cubiertos, basos y la cazuela lo tapaban. Cada uno tenía un sitio adjudicado en la mesa, menos Keira. Hayley se sentó en el frente de la mesa, en la parte de la derecha se sentó Rebekah, a su lado Elijah y frente a él se sentó Kol. Quedaban dos sillas vacías: una entre Kol y Hayley y otra en frente de Hayley. Keira las inspeccionó con la mirada y vió que en la del frente de la mesa había un nombre tallado: Mikael. Se preguntó si en las otras también había algo escrito. Kol retiró un poco la silla de su lado y hizo un gesto con la mano:

-Siéntate, ¿a qué esperas?

Keira no dijo nada, se dirigió a la silla y sus sospechas se confirmaron cuando vió que había otro nombre grabado: Niklaus. Se extrañó al verlo. Quería preguntar, pero no estaba segura de deber hacerlo. Rebekah levantó la tapa de la cazuela y el olor de pollo a la naranja se hizo más intenso. A Kol se le hizo la boca agua. Rebekah cogió unas pinzas y un cucharón y empezó a repartir un trozo de pollo y una cucharada de salsa a cada uno, y todos empezaron a comer. Era la primera vez que Keira comía comida humana y al principio dudó, pero el olor que desprendía aquel animal muerto era irresistible. Mientras todos estaban ocupados comiendo el pollo, Keira aprovechó que nadie le miraba e intentó ver si en alguna otra silla había nombres escritos. Se tiró para atrás y vió que en la silla de Kol también había letras, no las podía ver bien, se tiró mas atras. Apenas aguantaba el equilibrio en la silla y se cayó cuando una voz la sobresaltó:

- ¿Qué narices estás haciendo?- Elijah le miraba raro al igual que todos los demás. Hayley soltó una risita y Keira se murió de vergüenza.

- Yo solo estaba...-Hizo una pausa.- He visto unas letras y tenía curiosidad.

- ¿A quien me recuerda?- Rebekah miró a Elijah.- Las sillas són de hace muchos años, nuestra madre las hechizó para que no pudieran romperse, como símbolo de que la familia tampoco lo hiciera. Todas tienen un nombre grabado.

- Lo irónico es que ella intentó matarnos a todos.- Kol guiñó un ojo.

- Muy bonito por su parte.- Keira se rió, se levantó del suelo y pensó: "Vaya unos abuelos que me han tocado".

La familia siguió comiendo hasta que no quedó pollo. Esa tarde fue bastante tranquila, se sentaron todos en el porche y pusieron a Keira al dia de todo lo que pasaba en Nueva Orleans y una vez hecho eso, le contaron la historia que todo vampiro, bruja o licántropo quería saber: la historia, completa y de primera mano, de los Vampiros Originales.