3. Sangre

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Elijah le encontró en medio de un callejón oscuro, todavía parecía más tenebroso de lo normal, ya que era de noche. No se metió en el callejón por prudencia, podía haber más vampiros, o aún peor, hombres lobo.

-¡Niklaus!- Le llamó desde la entrada del callejón.

Klaus, que estaba de espaldas, se giró y encaró a su hermano mayor. De su boca chorreaba sangre humana y el cuerpo desangrado de una chica yacía en el suelo.

-Dígame señor, ¿qué puedo hacer por usted hoy?- Dijo Klaus con una sonrisa de placer y los brazos abiertos, ya bien por el festín que se acababa de tomar o por el enfado de Elijah. No parecía importarle que su hermano se enfadara todavía más.

-Quieres dejar de hacer el tonto y escucharme.- Elijah le tendió la mano, como aquel que quiere algo.- Ya has jugado, has montado tu numerito y has sido el centro de atención, ahora te toca hacer de héroe y darme tu sangre.

-No estoy jugando a nada, Elijah. Aquí el único héroe eres tú. Y no te voy a dar mi sangre.- Klaus se puso serio de golpe.

Elijah se adentró en el callejón y le soltó un puñetazo en la cara.

-Tendré que emplear los mismos métodos que nuestro padre, entonces.- Le soltó otro puñetazo, esta vez en el estómago.

-Pegame todo lo que quieras, que cuando esa niñita haya muerto me lo agradecerás.- Klaus le miró a los ojos.- Es por tu bien, hermano.

-¿¡Agradecertelo, Niklaus!?.- Elijah le cogió del cuello y apartó de una patada a la chica muerta que había a su lado.-¡En la vida podré agradecerte nada, ni yo, ni Rebekah, ni Hayley, ni Kol, ni Marcel! Ni siquiera Caroline que intenta no ver el monstruo que eres realmente.

Klaus se estremeció al oír ese último nombre, aunque fue imperceptible.

-¡Todos me debéis algo! Además mira que hora es, ya habrá muerto.- Klaus se echó a reír.

Elijah le tiró al suelo y miró el reloj. Con la tontería ya era media noche. Klaus tenía razón, su hija ya habría muerto. De vuelta a casa Elijah pasó por un bar lleno de humanos y los mató a todos. De su boca chorreaba sangre y por primera vez en años los disfrutó.

Al llegar a casa encontró a Hayley y Rebekah charlando tranquilamente en el sofá donde habían tumbado unas horas antes a Keira, pero ella no estaba.

-¿Elijah qué narices te ha pasado?- Rebekah cogió un pañuelo y le limpió la sangre de la barbilla.

-¿Dónde está su cuerpo?- Elijah estaba desconcertado.

-No ha muerto hermano, yo la salvé.- Kol bajó las escaleras.

-¿Tú?- Elijah estaba atónito.

- Vine a la ciudad con una chica humana para pediros mi bendición para convertirla. Me encontré a Niklaus,- Kol bajó la cabeza, en señal de dolor.- él la mató. Entonces a mi me dió por morderle, vine a casa y me contaron lo que pasó y le di la sangre de Niklaus que tenía.

-¡Kol!- Keira le llamó desde el piso de arriba.

-¡Tu padre ha vuelto!- Le contestó su tío.

Keira bajó las escaleras y abrazó a su padre.

-Te debo la vida Kol.- Elijah abrazaba con fuerza a su hija.

Elijah hizo un gesto para que Keira se sentara en el sofá junto a Rebekah.

-¿Por qué has venido?- Dijo Elijah dirigiéndose a su hija. - Quedamos en que no lo harías hasta que tu madre no viera que estabas en extremo peligro. Justamente acordamos eso para protegerte de Niklaus.

¿Otra Mikaelson?Where stories live. Discover now