Una Sonrisa | tododeku (descontinuada)

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16. Una decisión importante

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Después de un no tan largo viaje, Midoriya y Todoroki llegaron a su parada.

Caminaron tranquilamente por los pasillos del centro comercial de su ciudad. Izuku andaba con sus manos agarradas a los tirantes de su mochila mientras avanzaba entusiasmado por los pasillos dando cortos brincos de vez en cuando. A su lado, Todoroki apoyaba uno de sus brazos sobre su bolso mientras seguía de cerca al alegre peliverde quién parecía conocer bastante bien el lugar.

El bicolor nunca había ido allí —según recordaba—, su ropa casi siempre se la compraban sus hermanos o lo ayudaban a hacer pedidos por internet, o a veces su padre le mandaba a hacer ciertos atuendos a medida para las celebraciones de su empresa o las de sus socios. Pero no salía mucho a menos que se acabaran los ingredientes para su soba.

Luego estaba Izuku, quien muchas veces había ido allá junto a sus amigos, especialmente con Uraraka y con Iida, solían ir a ver ropa, tomar helado, ir al cine y cosas así. Pero en todas las veces que había ido para allá, estaba casi seguro de haber visto una tienda de música en más de una ocasión, así que ahora se encontraba arrastrando al bicolor en la búsqueda de esta... O de un tótem para encontrarla más rápido, lo que apareciera primero.

No les tomó mucho tiempo, el centro no era tan grande y solo contaba con tres pisos. Anduvieron unos diez minutos hasta que recién en el segundo piso, fue que hallaron la tienda y ambos se quedaron de pie frente a esta, admirándola desde afuera por unos segundos.

—Es más grande de lo que esperaba —comenta el heterocromático. el frente no se veía tan grande, pero desde su posición podía notar que tenía bastante fondo.

Los ojos de Izuku brillaron de entusiasmo al ver todos los instrumentos que tenía la tienda. No era músico, pero aún así, siempre le parecieron impresionantes toda la variedad que había en una tienda así. Siempre la había mirado desde afuera, nunca había tenido la oportunidad de entrar... hasta ahora.

—¡Tiene muchos instrumentos! —exclamó empuñando sus manos a la altura de su pecho con emoción a la vez que miraba a través de la mampara de la tienda.

Todoroki recorrió con su mirada el local antes de decidirse a dar el siguiente paso.

—¿Entramos? —Todoroki preguntó a Midoriya mientras volteaba a mirarlo.

—¡Sí! —soltó con agudeza y se anticipó para caminar dentro del recinto.

Izuku una vez dentro, se quedó aún más impresionado. No pudo evitar mirar rápidamente de un lado a otro mientras observaba todo con gran emoción, había muchos instrumentos y piezas de diferentes tamaños, variedades y colores... ¡Todo perfectamente ordenado! Le daban ganas de sacar un par de fotografías para subir a sus redes sociales, seguro podía conseguir varias fotos estéticas.

Shoto siguió al rizado por detrás, pero a un paso más lento, mirando todo con mayor detenimiento.

El heterocromático se encontraba nervioso por la compra que haría ahora, pero era algo necesario para él, necesitaba su propio violín para ensayar por su cuenta, no quería quedarse atrás respecto al resto de los demás en el taller. Necesitaba esto.

No tenía problemas de dinero, pero aún así había algo que lo inquietaba en la idea de adquirir el violín. ¿Y si se arrepentía?

No. Él quería esto, siempre lo quiso, pero lo había olvidado. Lo había enterrado, su padre se encargó de que lo hiciera.