Una Sonrisa | tododeku (descontinuada)

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10. Un mal encuentro

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Era domingo por la tarde e Izuku al fin estaba libre para descansar, al menos por un rato antes de tener que preparar la cena y sus cosas para el día siguiente. Estaba recostado sobre su cama mientras observaba por la ventana como el cielo se oscurecía poco a poco y las estrellas comenzaban a aparecer, titilando en el cielo despejado.

Durante la mañana había estado lloviendo, aún se podían vislumbrar algunas nubes oscuras pintando en el horizonte, cada vez perdiendo más del potente color rojo que las iluminaba minutos atrás. La fresca brisa que recorría las calles, levantaba un poco del petricor que había dejado atrás las precipitaciones, elevando el aroma hasta el piso del conjunto de departamentos en el que Izuku vivía. Adoraba aquel olor, era refrescante y le ayudaba a despejar un poco su mente.

Izuku solo tenía una rendija de su ventana abierta porque no quería resfriarse, pero aún así lograba disfrutar del aire puro que había dejado la lluvia.

Siempre que se ponía a descansar a solas con sus pensamientos, sobre las cosas sencillas que le rodeaban, entraba en un estado de calma e introversión. Pensaba en muchas cosas. Pensamientos al azar que nacían de una simple acción de algo que ocurría a su alrededor, que lo llevaban a diferentes conclusiones sobre cosas de la vida y que después, si más, se desvanecían con el tiempo. Análisis que solo vivirían en el tiempo que fueron pensados.

Solía perderse en sus pensamientos, no solo sobre estos análisis, a veces también sobre las personas que conocía o las cosas que había vivido durante el día o la semana; y desde que Todoroki había llegado a la UA, no había podido sacárselo de la cabeza, era alguien bastante intrigante y que de a poco iba conociendo.

Desde su conversación con Todoroki aquel lunes después del almuerzo, habían comenzado a hablar un poco más, ya sea en los recesos como por mensajería. Izuku se había sentido bastante afortunado y feliz de que el bicolor pusiera su confianza en él para hablarle más de sí, sin embargo también estaba preocupado y le inquietaba el hecho de que el muchacho estuviera haciendo cosas a espaldas de su padre. Y no porque fuera algo malo lo que hacía su compañero, sino por la reacción que pudiera tener el adulto cuando volviera de aquel viaje de negocios.

Quería tener fe en que nada malo ocurriera cuando se enterara y que el más alto pueda seguir en la UA donde se sentía a gusto. Según lo que su compañero le había contado, su padre parecía ser alguien bastante violento y con ideas fijas que se debían seguir al pie de su letra. Cosa que el menor de sus hijos no estaba dispuesto a aceptar y con justa razón.

Todoroki Shoto tenía todo el derecho del mundo para elegir su propio camino en la vida y no querer vivir bajo la sombra de su padre, siendo manipulado como una marioneta para que haga lo que él quisiera para su beneficio. No era justo ser obligado a tomar un camino sin tener opción, no se podía imaginar como se sentiría aquello, tenía suerte de que su madre fuera liberal con él, dejándolo elegir lo que le hiciera feliz y que pudiera descubrirse por su cuenta. Izuku se sentía afortunado por ello.

Izuku haría lo que estuviera a su alcance para ayudar y apoyar a Todoroki, porque para eso estaban los amigos y no quería que su nuevo amigo fuera infeliz a causa de las obligaciones impuestas por su padre, sin darle libertad de elección.

Su teléfono vibró sobre su estómago, sacándolo de sus pensamientos.

Su habitación estaba totalmente a oscuras y solo entraba una que otra luz de la luminaria pública. Se sentó sobre su cama y se estiró, no estaba seguro de cuánto tiempo llevaba perdido en sus pensamientos sobre la cama.