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15. Algo nuevo se aproxima

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Dos semanas después...

El tiempo comenzó a pasar con una extraña rapidez después de que Todoroki visitara a Midoriya. Por algún motivo, después de aquella tarde, todo se volvió más luminoso en la vida de Shoto... O al menos sentía que estaba más motivado para ir a la escuela. Nunca antes había sentido algo así, nunca se había sentido animado a salir y con ansias de ver nuevamente a alguien.

Se despierta con un quejido mientras que Haru se encargaba de saltar de un lado a otro sobre el edredón que lo cubría. Era pequeño, sin embargo podía sentir perfectamente sus patas estamparse en las diferentes partes de su cuerpo, hasta que llegó a su cabeza y lo tuvo que apartar con su mano para alejarlo. Luego de eso, bosteza con pereza y se refriega los ojos para poder abrirlos correctamente.

Lo primero que hizo fue agarrar su teléfono y volvió a soltar un ruido frustrado al ver que su gato lo sacó de la cama diez minuto antes de que su alarma sonara. Diez valiosos minutos. Odiaba cuando eso pasaba.

Se pasa las manos por su cabello y ahoga otro gemido para luego lanzarse de espaldas a la cama, pero se ve interrumpido a causa de que Haru saltó con todas sus fuerzas sobre su barriga. No le dolió, la criatura apenas tenía dos meses y era ligero, pero no dejaría de revolotear a su alrededor hasta que se levantara y le sirviera comida nueva.

Sí, no le gusta la comida que queda del día anterior, así que se ve en la obligación de mezclarla con los granitos recién salido de la bolsa. No tenía problemas económicos, pero tampoco pensaba darle el gusto y desperdiciar alimento. Hay gatos en el mundo que no tienen que comer, debía ser agradecido. Pero era un ser mañoso que no daba su pata a torcer.

Shoto estaba seguro de que Haru lo había declarado como su esclavo.

—Eres un ser maligno —musitó mientras escondía su cabeza bajo su almohada.

Inhaló y exhaló tres veces antes de que un maullido insistente lo obligara a destaparse y ponerse de pie.

—Está bien, está bien, ya voy —habló con su voz ronca por haberse levantado recién.

Mientras caminaba, Haru no halló mejor cosa que decidir que sus pies eran un monstruo gigante al que debía vencer. Así que, a cada paso que daba el bicolor, la bola gris se lanzaba con su cola bien parada y sus mini garras afuera con la intención de atacar. Varias veces retrocedió amenazando con tirarse encima, sin embargo cuando lo alcanzó, se aferró a su calcetín y empezó a golpear fervientemente con sus patas traseras a la par que mordisqueaba el costado de su pie.

Todoroki lo miró extrañado, era pequeño y sus garras y dientes no lograban hacerle mucho daño más allá de un poco de cosquillas, pero él parecía poniendo bastante de sí en su propia lucha. No pudo evitar sonreír suavemente ante la actitud del minino, quizás era su forma de disculparse por sacarlo antes de tiempo de su cama tratando de hacerse el gracioso. Aunque lo dudaba, solo era un gato pequeño siendo lo que es. Aún así, le causaba gracia, definitivamente desde que adoptó a Haru, su estadía en casa había dejado de sentirse tan desolada.

Era su primera vez teniendo una mascota, y si bien, a veces era un poco salvaje e interrumpía su sueño, también era un apoyo. Y no solo para él, su hermana también parecía bastante contenta con la pequeña bestia... Había sido una buena opción quedarse con el felino y por suerte, su padre no había dicho nada al respecto, al menos no directamente a él y según sabía, a su hermana tampoco.

Una Sonrisa | tododeku (descontinuada) Kde žijí příběhy. Začni objevovat