Capítulo IV. Inflorescencia

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El fin de semana pasó más rápido de lo que creyó. Algunas veces la vida deja de sentirse como tal y, en su lugar, es una caja con hoyos en donde nadie sabe en dónde caerá. El presente por lo general es así. Incierto y lastimero. No puede dejar de echarse en cara todo lo que perdió por dejarse llevar por el miedo; todos sus avances y logros derribados en un instante. Apenas pudo decirle una parte de lo sucedido a la psiquiatra ya que, al intentar expresarlo, lo único resonando en mente fue la humillación por haberse dejado tocar. No se atreve a confesarlo en voz alta. No es capaz de articular una simple oración que tiene el peso de una vida entera. 

El viernes por la noche recibió varios mensajes de Butters que respondió hasta el domingo. El sábado nuevamente fue a su cita médica, pero siguió guardando para sí lo que Cartman le hizo. El domingo mandó un mensaje a Clyde para preguntarle por el postre favorito de Craig. Al caer la madrugada no pudo dormir y pasó un par de horas llorando. Casi todas las noches llora en silencio. Cuando la debilidad lo azota, mira hacia la nada sabiendo que su mente distorsionará el escenario y le hará sentir vigilado. Pero esa madrugada se cubrió por completo con los sucesos más recientes, las palabras del director taladrando su cerebro. Ya no puedes participar en ninguna obra escolar. Lo único que le hacía feliz le fue arrebatado, una vez más. Si fue aceptado en el taller fue gracias a la insistencia de sus compañeros y no porque la profesora confíe tanto en Tweek. Sabe que ya no es así. ¿Quién podría confiar en alguien violento?

Al llegar el lunes su estado anímico no mejoró del todo. No dijo nada a su mamá respecto al dinero entregado por Craig ya que piensa devolverlo. Tampoco se atrevió a hablar con ella en todo el camino, sintiéndose más solo que de costumbre porque, al menos, en las mañanas sentía el cariño de mamá. Pero no se siente digno. Quiere castigarse por haber defraudado a sus seres queridos; herirse hasta que la sangre termine de pagar sus pecados. Al llegar a la escuela fue un golpe más crudo gracias a las miradas que incrementaron conforme cruzaba los pasillos. Susurros a la distancia, rostros juzgándolo; nadie está cerca de Tweek y, si camina por accidente cerca de algún grupito de personas, éstas se dispersan y lo dejan en soledad. Tweek se siente más rechazado. Lo merece, piensa, merece cada mala actitud porque desde un inicio él no debió entrar en un lugar de personas normales, sanas, limpias. Tweek está marcado y todos huelen su hedor. 

En clase se escondió en el último asiento de las últimas filas sin nadie a quien acudir si tenía dudas. Intentó mirar el pizarrón, pero al alzar la mirada pudo identificar a quienes lo persiguen para señalarlo. No logró concentrarse en ninguna actividad y, cuando algún profesor le reprendía, debía soportar la humillación pública de ser un alumno irresponsable. Lo merece. Lo merece. ¡Siempre lo ha merecido! No se permite llorar frente a otros, rascando su piel cuando ya no soporta el dolor y creando heridas que cree, nadie notará. Mueve frenético su pie, suda y ese mismo sudor arde en su piel irritada. Cree que existe un Dios que se complace en ver a su rebaño sufriendo en nombre de la paz. Cree que un ser todopoderoso algún día recompensará los sacrificios que hace para pretender tener una vida normal. 

La hora del descanso sorpresivamente fue más “amena”. Se armó de valor para buscar a Craig y no supo si sentirse aliviado o preocupado por haber dado tan rápido con él. Vio al grupito de amigos de Craig en uno de los salones todavía ocupados, pero sin profesor. Por lo que alcanzó a ver en las ventanas, estaban viendo una película aunque la mayoría de estudiantes permanecían inmersos en sus propias conversaciones. No quería interrumpir nada de lo que sucedía adentro, sin embargo, Clyde arruinó su intento de escape. Escuchó la voz del alfa que lo saludó con la suficiente euforia para captar la atención de casi todos los alumnos alrededor. Tweek volvió a sentirse diminuto y avergonzado, sobre todo porque muchos de ahí comenzaron a susurrar cosas que sabe bien, están relacionadas con el incidente de Eric. Como pudo devolvió el saludo (agitando su única mano libre), pero toda la adrenalina lo traicionó al calentar su rostro. Odia sentirse mirado por mucho tiempo. 

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⏰ Last updated: Oct 31, 2023 ⏰

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Alfa [Creek]Where stories live. Discover now