24 - Señora Nora

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David era un manipulador por excelencia, puso a todo el salón en mi contra, de tal modo que ya nadie me hablaba para absolutamente nada.

En otras circunstancias eso no me habría importado, pero debido a que no me están dejando de hablar por su voluntad, sino porque un cretino mitómano se los dice, ¿Qué tan débil tienes que ser para que te controlen así de fácil?.

Estoy orgullosa, porque yo no soy débil, y eso es lo que le molesta a él, que no me dejé manipular por sus dizques encantos.

***

Rayos, haciendo cálculos me di cuenta que mi respuesta al segundo ejercicio de matemáticas era incorrecta. Busqué en mi mochila un borrador, no tenía.

—Ts, Johana, préstame borrador— giro y le susurré a la chica que se sentaba detrás de mí.

Ella rápidamente agarró su borrador que estaba justo en la mesita de su banca y lo escondió en su puño.

—Lo siento, no tengo— respondió también susurrando.

¿Tan estúpida me veo?

—Si no me querías prestar solo tenías que decirlo— vuelvo a mi posición normal.

Dos segundos después siento su mano dar un mini pellizco a la mía por debajo de la mesa. Me pasa un papelito. Lo tomo y abro.

—"Lo siento Azul, David dijo que no te hiciéramos favores, ni que nadie te hablara".

Ese idiota. Tomo mi lápiz y escribo una respuesta.

—"¿Es enserio? Y eso no es suficiente para darse cuenta que quien está mal es él, ¿Por qué les pediría algo así si tan bueno es, eh? ".

De la misma forma que ella, le paso el papelito por debajo de su mesa. Al ratito me lo regresa.

—"Lo has difamado por algo grave, no puedes esperar que siga tan armonioso como siempre después de falsas acusaciones ".

Al leer eso solo me amargué, ya no le respondí nada.

***

Ya era la hora de la salida, mi mamá llegó por mí, me contó que vendió unos artículos a una señora que vivía por aquí, así que de una vez pasó por mí.

Pero al momento que se supone nos iríamos a casa se puso a platicar con la conserje Janet, iban en el mismo grupo de iglesia, yo solo me quedo parada en una esquina, ellas hablan, mamá le plática cosas en un tono algo discreto.

Para mí mala suerte, detrás de ellas estaba David quien esperaba a que lo recogieran, mala suerte porque no sé de qué tanto hablarán.

Al rato mi mamá por fin terminó de platicar con Janet, llegó a mi lado.

—Listo mi amor, vayamos a la casa.

—¿Oye que tanto fue lo que le contaste a tu amiga?.

—Sobre el porqué no he estado yendo tan seguido a la iglesia últimamente, por nuestro problema del dinero.

—Aaam, ya.

Ay no, si David escuchó todo eso será otra cosa más que use para molestar, y peor si es que le cuenta a todos los del salón.

***

—¡Mamá! Oye no encuentro la escoba y mi cuarto ya está algo su-

Era domingo en la tarde, tenía que limpiar mi cuarto, pero no encontraba la escoba, salí a preguntarle a mi mamá, pero no sabía que ella tenía visitas en la sala, estaba con una señora casi de su edad, tomando café con pan.

—Oh, Azul mi amor, no te avisé que recibiría a una amiga— dijo dejando su tasa se café, caminó hasta mí y me hizo sentarme en el sillón quedando frente a su amiga —Mira Nora, ella es mi hija de la que te hablé, es Azul.

—Un gusto muchachita— me dijo la señora.

—Buenas tardes— le respondí.

—Azul, como ves que Nora es nueva en el grupo de la iglesia, justo la acabo de conocer y estuvimos platicando y tenemos mucho en común, ¿Verdad Nora?— la señora asintió tomando de su café —Así que yo la ayudaré a familiarizarse con las otras miembros, le hablo sobre los eventos, como nos organizamos y ese tipo de cosas.

—Tu mamá está haciendo mucho para ayudarme— dijo la señora.

—Ohh, no es ningún esfuerzo— dijo mi mamá.

—Que, por cierto, tengo un sobrino de la misma edad que Azul, tal vez algún día lo pueda traer y sean amigos, así como nosotras ya lo somos— comentó Nora dirigiéndose directamente a mí.

Di una risa forzada para no ser maleducada, pero claro que yo no quiero conocer más personas.

—Sería grandioso, pero no lo creo, mi Azul es muy introvertida, casi ni le gusta hablar y se la pasa todo el tiempo metida en videojuegos violentos que no me gustan para nada— me salvó mi mamá.

Bueno, yo no creo que Genshin Impact sea violento, o bueno tal vez un poco.

—Entiendo, así es esta juventud de ahora— rió la señora Nora.

—Y mi vida, si estás buscando la escoba, está adentro del baño.

Asentí a sus palabras, le regalé una pequeña sonrisa a la señora Nora y me fui de ahí, mi habitación de verdad que era un asco en esos momentos.

La nueva amiga de mamá me cayó bien, se ve que es muy buena persona.

***

Hola bebés, ¿Me creen si les digo que quedan 4 (creo) capítulos para que termine ésta historia? :(

Nos leemos pronto.

[✓] BullyingWhere stories live. Discover now