Jugamos? - Min YoonGi (+18)

FINAL

- Yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Ya estábamos en México. La boda a la iglesia fue acá, así que prácticamente este es el punto donde toda la historia comienza. La fiesta, luego la luna de miel, luego... la familia. Es un sueño hecho realidad. Incluso más que eso.

A lo que el proceso respecta, creo que fue relajado. Solo nos dimos una semana de separación entre ambas bodas, pero todo estaba perfectamente bien organizado así que no hubo mucho problema. 

- Nena, ¿me dejas cargarte al estilo de bodas a la habitación? - habíamos llegado a donde sería nuestra luna de miel.

-Ven - le extendí los brazos en señal de que hiciera lo que pidió. Me dejó en la cama de esa manera y después se empezó a desabotonar la camisa. Era tarde-noche, la luz natural era perfecta para lo que estábamos a punto de hacer. Aprecié cada uno de sus movimientos, con el torso desnudo se posicionó sobre mí y comenzó a besarme, lenta y apasionadamente. Poco a poco bajó hacia mi cuello, mis clavículas, mis pechos, donde se estacionó un instante, mi abdomen, y a su paso iba quitando lo que me cubría. La delicadeza con la que sus labios pasaban sobre mi piel hacía que un escalofrío me recorriera de pies a cabeza, pero eso solo me provocaba más ganas de entregarme a él. Todo lo hacía con sumo cuidado, como si con el mínimo roce me fuera a romper. En ningún momento dejo de repetirme lo mucho que me amaba. Y en los momentos en los que tuve el mando, hice lo mismo.
Esa luna de miel fue el inicio de aquella gran aventura a su lado.

5 años más tarde

*Narra Yoongi*

— ¡DIOS MÍO, YOONGI! ¡APÚRATE!
— ¡YA VOY! TU SIGUE RESPIRANDO. Vente Sun, vamos al hospital.

Leonora estaba en labor de parto y justo vamos camino al hospital a recibir a nuestro segundo hijo. La primera fue una niña. Este es un niño. Han sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Aunque Leonora se ponga un tanto insoportable, la entiendo. Debe de doler mucho.
Durante estos 5 años han pasado tantas cosas. Ambos nos graduamos de nuestras carreras. Compramos una casa nueva, grande y bonita. Y un departamento cómodo en Corea, hemos vivido por temporadas en ambos países y ha sido realmente genial.
Daniel, el mejor amigo de Leo y ahora mío, es padrino de Sin, nuestra primera hija. Y también se casó, aunque el apenas hace tres meses. Y fuimos sus padrinos de bodas.
Durante estos 5 años solo puedo decir que me he enamorado más de ella. Claro que a veces peleamos o discutimos, pero sabemos hablar y arreglar nuestras diferencias y eso nos ha hecho crecer como pareja. Estoy seguro que esto es un cuento que no va a tener final.