55. JUNG HOSEOK

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Merry christmas.

Jodido Covid.

No existía cosa superior a el que odiara más. Desde la aparición del virus muchas cosas se habían ido al carajo, comenzando por mi trabajo y terminando en las pocas oportunidades que tenía para ver a mi pareja; sí, tener una relación a distancia en medio de una pandemia no es algo fácil, sin embargo, con el paso del tiempo y para 2021 las cosas mejoraron, ya se podía viajar, al igual que se podían tener pequeñas reuniones con las medidas de bioseguridad correspondiente.

O eso fue hasta la primera mitad del segundo semestre del año.

Para finales de septiembre el virus mutó por lo que las prohibiciones como seguridad volvieron y el caos también, lo odiaba.

Ahora, en plena víspera de navidad mi vuelo había cancelado al igual que el de Hoseok, los países cerraron sus fronteras con el fin de proteger a su población de la nueva cepa del virus, lo cuál era bueno pero aún así no dejaba de ser un completo asco.

[...]

-Lo siento, la agencia de viajes me acaba de informar que los vuelos a Corea fueron cancelados- mencioné con tristeza.

-Lo entiendo pequeña, sé que no es tu culpa- respondió Hoseok suspirando.

-Realmente quería pasar navidad contigo solecito- dije -Ahg, maldito covid-

-Amor, ¿todo estará bien, sí? Mañana podemos hablar por videollamada y si quieres cenamos al mismo tiempo, ¿quieres? Pronto nos veremos-

-Pero...- suspiré -Es la segunda navidad que pasaré lejos de ti-

-Tú solo confía en mi, ¿sí?, todo estará bien- mencionó Hoseok y yo deseé creer en sus palabras.

[...]

Ya era 25 y no había tenido contacto con Hoseok durante todo el día y eso apestaba.

Era bueno haber venido una temporada a mi país y disfrutar con mi familia y amigos pero aún así tenía un vacío en mi pecho y es que hay cosas que por más que queramos el amor/compañía de amigos y familia no suplen.

-¿Estás bien?- la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.

-Sí, lo estoy- le miré -Solo que me gustaría que él estuviera aquí, ¿sabes? Estaría completa, junto a las personas que amo-

-Las cosas suceden por alguna razón cariño, quizás no era conveniente que él o tú viajaran-

-Sí, eso lo entiendo- suspiré -Pero que lo comprenda no lo hace menos doloroso-

-Sé que pronto podrán verse-

-Supongo- dije -¿Necesitas que te ayude en algo?- pregunté.

-¿Quieres ayudarme a terminar de preparar la cena? Así te distraes un poco- dijo y asentí, tan solo quería que el día pasara rápidamente.

[...]

Eran pasada las diez de la noche y la cena familiar ya había ocurrido y aún no lograba comunicarme con Hoseok.

-Creo que por hoy solo seremos tú y yo, Hobi- le murmuré al pequeño oso de peluche que Hoseok me había regalado hace un par de años. -¿Quieres bailar conmigo un poco?-

-Terminarás loca si sigues hablándole a ese oso- la voz burlona de mi hermano me asustó.

-¡Yah! ¿Qué haces aquí?- medio grité -Ve a meterle la lengua en la garganta a tu novia y déjame en paz-

-Vale, no tienes que ser tan agresiva- dijo con gracia -Madre me ha mandado a preguntar si quieres ir a compartir natilla y buñuelos con nosotros-

-¿Para que todos me restrieguen que sí pudieron pasar navidad con sus parejas? No, gracias- ironicé.

-Vamos hermana, solo queremos que te distraigas- intentó persuadir.

-No, yo estoy bien- dije en medio de un suspiro -Me siento cansada así que mejor me acostaré, ¿bien? Háganlo ustedes por mi- finalicé sonriendo y al parecer eso logró convencerlo.

-Lo dejaré pasar por hoy- dijo acercándose a mi -Te amo, descansa- besó mi frente antes de abandonar mi habitación.

-Bien, otra vez somos los dos- le dije al muñeco entre mis manos -¿Quiéres grabar algo para Hoseok? Te apuesto a que se morirá de risa cuando lo vea- sonreí -Solo dame un momento...- coloqué el oso sobre mi cama y me dirigí a mi computador, abriendo mi playlist coloqué aquella canción que tanto había querido bailar con Hoseok esté año.

Snow flower

Era de un reconocido cantante coreano, ya no lograba recordar su nombre. Reproduciendo la canción puse mi teléfono a grabar, tomé el oso entre mis brazos y simulé que en realidad era Hoseok. Girando y abrazándolo, olisqueando aquella esencia del perfume de mi hombre que se mantenía en él. Cuando llegaba mi parte favorita me detuve y tan solo observé a aquel muñeco, enterrando mi rostro en su suave pelaje murmuré aquella partecita de la canción que me hacía extrañar con demasía al hombre que amaba.

Christmas without you would just no be christmas at all...

-Te extraño tanto Hobi...- mi voz salió en un murmullo doloroso.

-Yo también te he echado tanto de menos- una voz bastante conocida hizo que parara en seco y mirara hacia la puerta.

Ahí estaba el amor de mi vida.

-¡Hoseok!- grité antes de correr a él y aferrarme como un koala.

-Hola amor- murmuró con suavidad.

-¿Cómo es que tú...?-

-Ni por el carajos  pasaba esta navidad sin ti- murmuró apretando su abrazo -Fue casi imposible pero pude venir, lo siento si fue algo tarde-

-Lo que importa es que ya estás aquí- ambos hablábamos en voz baja, confidencial.

-Valió la pena- susurró -Ven, déjame ver  tu hermoso rostro- pidió y negué escondida en su cuello.

-Debo tener todo el maquillaje regado- mencioné.

-Pequeña, te he visto recién levantada, ¿en serio crees que un poco de maquillaje corrido me alejará? Por favor amor, eres preciosa- dijo -Muéstrame tus preciosos ojos y déjame besar aquellos labios que me traen loco- siguió hablando y sentí mi rostro caliente, amaba a este hombre.

-Solo porque yo también deseo besarte- dije bajito antes de separarme de forma lenta. Alzando mi rostro, mis ojos se encontraron con los suyos, un brillo distinto los cubría, mientras que en sus labios estaba formada la más hermosa de las sonrisas.

-Ni sabes cuánto te he extrañado- murmuró cerca de mi boca.

-Si tan solo es una pizca de lo que yo lo he hecho, por mi está bien- murmuré de igual forma con mi frente pegada a la de él, mis manos en su cuello, acariciando los cortos cabellos de su nuca y mis ojos perdidos el brilloso color rosa de sus labios.

-¿Se van a besar o van a seguir como idiotas?- gritó mi hermano desde la puerta y solo atiné a cerrar mis ojos.

-¡Deja de molestar a tu hermana y ven a comer!- el grito de mi madre le acompañó y solo pude sentir la risa de Hoseok morir cerca a mi rostro.

-En definitiva es bueno estar en casa- dijo antes de por fin tomar mis labios entre los suyos.

Era un beso suave, cargado de los más puros sentimientos, un poco de deseo, un poco de sentimentalismo por la espera pero sobretodo, era un beso cargado del más puro y profundo amor.




Espero que les guste un montón.

¡Feliz Navidad mis amores!

-Grey

ʙᴀɴɢᴛᴀɴ   ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ  Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang