Solo Tu, Nadie Más (Yaoi/BL)

Cap. 22

–Solo hemos hecho un par de pruebas de laboratorio, igual que vosotros lo hacéis para curar el cáncer probando en ratas nosotros lo hacemos para vender información a los militares, Haruo fue comprado legalmente, sus padres nos lo vendieron, realmente lo único ilegal que hemos hecho es no tener los papeles para poder hacer uno o dos experimentos, papeles, permteme añadir, que Central se ha puesto muy tonta desde el final de la guerra para darlos, pero tu bien sabrás lo fácil que era conseguirlos antes, sobre todo con humanos –Explicó Matt flotando para pegarse más a la puerta–. Pero Haruo está haciendo magia, y es justo lo que quiero, y creo que te voy a necesitar para ello, así que supongo que no es tan malo que hayas acabado aquí también.

–Que te follen –Corté consiguiendo que levantara una ceja.

–Cuando venda la información de Haruo voy a follar mucho, si –Respondió con una sonrisa triunfal abriendo la puerta de metal por completo.

Y creó una bola negra que tiró con fuerza hacia nosotros parándolo la barrera... pero no mucho más de unos segundos rompiéndola e impactando en mi brazo.

Sentí como si cuentos de cristales se clavaron en mi brazo, pero eso no me hizo soltar a Haruo.

–Lance! –Chilló Haruo en pánico.

Algo me agarró con fuerza por los tobillos tirando de mi mientras otra cosa tiraba de Haruo tratando de separarnos.

NO!

Seguí apretando a Haruo con todas mis fuerzas negándome a soltarlo y multiplicando mi fuerza si hacía falta para negarme a sepáranos hasta que una corriente eléctrica me hizo gritar de dolor haciéndome abrir la mano involuntariamente arrancándome de su lado arrastrándome por el suelo sin darme ninguna posibilidad a agarrarme a nada para impedirlo.

–Haruo! –Grité intentando revolverme sin saber ni contra que luchaba.

Una especie de discos brillantes pasaron casi rozando mi nariz consiguiendo que dejará de ser arrastrado por el suelo permitiéndome ponerme en pie.

Había sido Haruo, y ni el chico ni el hombre impidieron que volviera a por él abrazandolo con fuerza de nuevo.

–Si Haruo hace magia para mi no os haré nada, os daré de comer y le daré la medicación adecuada, solo tiene que hacer magia –Pidió dándole igual que estuviéramos en mitad del pasillo.

–No lo hará –Le llevé la contraria notando a Haruo temblar como un flan agarrándose a mi con todas sus fuerzas después se haberse arrastrado por el suelo al no poder mover la pierna.

Solo estaba nuestra puerta... todo lo demás eran altas paredes de piedra maciza y ni una sola puerta más... absolutamente nada que nos permitiera irnos.

–Si no lo haces voluntariamente no me cuesta nada torturar al chico Haruo, lo haré frente a ti hasta que aceptes –Amenazó estremeciendo a Haruo.

–Lo haré! –Saltó llorando y en pánico–. Vale! Lo haré!

Mierda...

El señor casi se rio al escuchar que lo decía con tanto miedo provocando que me hirviera la sangre.

Solo con un movimiento de su mano un círculo luminoso lleno de marcas se creó bajo nosotros transformando todo el pasillo en una amplia habitación.

El suelo y paredes seguían siendo de piedra maciza, pero ahora tenía una amplia alfombra, 2 camas, una mesa para cuatro personas, una televisión y juguetes.

–Os mantendré en un buen sitio solo si hacéis lo que yo quiero, tenerlo muy en cuenta –Advirtió dejando a Sen y Fio a nuestro lado–. En un rato os traerán medicación.