Esperando

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Domingo. Cuatro con treinta y dos minutos. El tiempo seguía corriendo en el reloj de Tobias. Ya solo faltaban cuatro horas para que expirará el trato. John Herman estaba a punto de perder todo.

Había pasado el resto de la semana esperando el domingo porque estaba seguro de que Lynn llegaría a Alemania en la mañana. Pero ahora no estaba tan seguro de ello. Lynn siempre había sido una de aquellas chicas que trataba de ser perfecta para sus padres. Eso lo había podido observar en los pocos años que la conocía.

Siempre sacaba buenas notas en el instituto. No hacia nada malo, pero al parecer todo había cambiado cuando se convirtió en una mujer.

Estaba seguro de que Lynn llegaría. Algo en su interior se lo aseguraba.

Abrió su Computador y revisó su correo. Algunos eran mensajes basura. Otros de sus amigos. Algún que otro mensaje divertido. Y el resto era sobre la gente del gobierno. Siguió revisando y borrando mensajes cuando rodo sus ojos al ver aquel nombre en su pantalla. Jack Blair. Negó con su cabeza y abrió el mensaje para leerlo.

Jack Blair , un encargado del gobierno, obligado a verificar si todo marchaba bien y transmitir información a su gente. Desde los comienzo de su proyecto había estado simplemente molestandolo. Era peor que un parásito, todas las semanas le llamaba a horas de la madrugada solo para preguntar si había terminado el proyecto.

Tobias Recordo los menudos dolores de cabeza que le había ocasionado mas de una vez.

Suspiro frustrado al leer el mensaje. Quería reunirse de nuevo con el. Cerro su Computador
y volvió a ver su reloj.

-¿Esperas a alguien? -pregunto una voz masculina.

Tobias levanto la mirada y se encontró con la de su amigo. Jerry Byrnes. Esbozo una sonrisa y lo dejo pasar a su oficina. Su amigo se sentó al frente de el.

-No has respondido. ¿Esperas a alguien? -volvió a preguntar; esta vez mirándole fijamente.

-No. ¿Debería de estar esperando a alguien? -respondió con otra pregunta.

-No exactamente, pero para que estés mirando el reloj, algo que no haces mucho,debes de estarlo -contesto el seguro.

Tobias se escogió de hombros restandole importancia. Miro a su amigo y sonrió al pensar en lo que pasaría por todo un mes con una hermosa mujer. Sin duda que estaba mas que convencido que ella aparecería.

-No espero a nadie, Jerry -mintió.

-Vale -lo miro incrédulo- ¿Quieres salir un rato? Podemos tomarnos algo -sugirió Jerry.

Tobias levanto su vaso de cristal y mostro su contenido.

-Ya estoy tomando y no. No puedo salir.

-Sabia que estas esperando a alguien -Insistió su amigo.

-No lo hago. Simplemente no puedo salir.

-Claro que si. Solo levanta el culo de ese sillón y muévete -contesto Jerry; con tono divertido. Tobias no contesto, solo tomo otro trago y lo miro- No me digas que
sigues trabajando en ese jodido proyecto.

Tobias asintió.

-Sigo prefiriendo mi vida, tengo un trabajo genial y fácil y no tengo complicaciones.-Contesto Jerry

-Eres rico, obvio que la preferirías no necesitas dinero. Tienes suficiente como para tener cinco mansiones.

-Tu también lo eres -

- Pero lo he conseguido porque trabajo, no por herencia, Jerry. Si no recuerdas tuve que arreglarmelas yo mismo para sobrevivir apenas con veintidós.

Jerry hizo un gesto con las manos.

-Ya, tranquilizate solo quiero salir un rato. Hay un nuevo bar donde van unas mujeres que están... -hizo un gesto con los dedos- espectaculares.

Tobias negó con la cabeza y sonrió. -Pensaba que ibas a por Katherine.

-Sigo haciéndolo. Ella es perfecta, se que me acostare con ella tarde o temprano -movio sus cejas de una
manera divertida y sonrió, De eso no hay duda alguna.

One Month Of PleasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora