Capítulo 10. El escondite perfecto.

93 9 0
                                    

Los lugares que crees que son seguros no siempre los son, la gente que te habla no siempre te dice la verdad. Y tu confianza queda en juego.

La oficina estaba oscura como siempre, Ethan caminaba de un lado a otro de manera ansiosa. Escucho que golpearon suavemente la puerta, pero el no hizo caso, sabía perfectamente que era Matt y que entraría de todas maneras. Habían pasado varios años desde que se hicieron amigos y aún más años, desde que les había dado su destino.

-¿Qué ocurre?- pregunto, el muchacho que acababa de entrar.

-La ventana- dijo Ethan, acercándose suavemente a la ventana y abriéndola rápidamente.

-¡Demonios!- grito Matt al ver el paisaje- ¿Cuánto lleva así?

-Desde el día que decidimos recoger a las chicas.

Matt se acercó para examinar de cerca la ventana. No era una ventana cualquiera, pues en ella se podía ver el pasado, presente y futuro de ellos. Solo que la ventana ahora mostraba el mismo parque donde tenían uno de los portales, pero el parque estaba marchito lleno de la marca de muerte.

-La familia no le hace eso a la familia- dijo Matt horrorizado.

-No debes culparte por nada. Este es el año, debemos permanecer en paz.

-¡Demonios!- volvió a gritar Matt- ¡ya sé que es el maldito año! Y que las malditas profecías jamás se equivocan.- Matt estaba caminando de un lado a otro por toda la oficina.

-Aún no se a quien se refiere- confeso Ethan.

-Te pido que cuando lo sepas, no me lo digas- dijo Matt, sentándose y tratando de calmase para no estallar.

-Eso nos sugirió "El profeta".- dijo Ethan- En seis meses tendré que decir el nombre de una chica, que va a tener que casarse conmigo.

-Puedes decir el nombre de Meggan- sugirió Matt

-A la señorita "esa es mi mascota"- imito Ethan, mientras ambos chicos reían- no sé si sea buena opción.

-No depende de nosotros, el destino ya ha decidido esto por nosotros, antes de que naciéramos- Matt se levantó y se dirigió a la puerta para abrirla- voy a salir a buscarlo... no me lo puedes impedir, soy la única persona que lo puede convencer.

-No puedes, yo no pude.

-Pero él no era tan cercano a ti. Yo lo conozco mejor.

Matt salió de la oficina en silencio. Ethan se volvió a quedar solo y reviso nuevamente la ventana, y luego de unos minutos el paisaje cambio ligeramente, volvió un poco el color del cielo que estaba rojo, el césped creció en algunos lugares. Pero aun así la marca de muerte estaba muy presente.

-La descendiente- dijo Ethan para sí mismo- el verdadero guardián.

* * *

Luna cerró sus ojos y los volvió a abrir, no podía creer tanta belleza. Parecía que el lugar era pequeño, pero en realidad era inmenso, estaba dividido por secciones y había plantas por todos lados, en las paredes, en el techo. Luna camino porque su instinto se lo dijo, vio una pequeña flor en un rincón y se acercó a ella.

-¿El clima cambio?- pregunto Luna de manera distraída mientras se acercaba más a la flor.

-Sí, es el único sitio en el planeta donde nuestra temperatura puede volverse fría- dijo Jesse admirando su entorno.

-¿Qué flor es, esa?- pregunto la chica señalando a la pequeña, que era de un color lila.

-Se llama niebla- dijo Jesse tomando la flor entre sus manos y dándosela a Luna- no te preocupes, si nosotros la cortamos, vuelven a salir- ella miro el sitio donde estaba antes la flor y en efecto, estaba creciendo una flor igual de pequeña que la anterior.

Los guardianesWhere stories live. Discover now