¿Destinados? [Completa✓]

Capítulo XXVII

"Si no te tardas mucho.
Te esperaré toda la vida"

Óscar Wilde

Levana

¿Por qué en cada una de las historias pasaba algo como esto? Estabas en medio de una atmósfera completamente romántica con tu pareja y llegaba alguien a interrumpir y acabar con su pequeña burbuja de felicidad.

Me volteo  a ver de quién provino la pregunta que fue escupida (con bastante desdén debo aclarar) detrás de mi.

—¿Disculpa?

—No estoy hablando contigo, zorra —enarco una ceja— ¿quién te crees que eres para besar a un hombre comprometido?

Suelto una pequeña risa. Ya la reconocí y es la misma mujer que tropecé hace unos momentos y además es la que asegura ser la madre del próximo heredero Götz.

—No le hab… —levanto una mano para que él no hable.

—¿Y se puede saber con quien esta comprometido? —cuestiono con altivez.

—Pues conmigo, así que aleja tus manos de él —viene dispuesta acercarse a él pero me interpongo— muévete, eres una golfa que trata de quitarme al padre de mi hijo.

—Querida yo no tengo que quitarte nada —levanto mi mano—, en primera por que él no es un objeto que pueda llevarse y traerse, segundo te concedo el que sea el padre de tu hijo ya que te encargaste de vociferarlo por todos los medios y tercero no tengo que “quitártelo” como dices por que el ya es mío.

Su gesto se endurece aún más.

—Por que por si no me conoces —adopto una mejor pose para no verme tan pequeña a su lado— soy Levana Mitchel y soy la novia de Bruno.

—Eso no es cierto él no tiene novia —mira inmediatamente a Bruno— Dime que no es cierto Bruno.

Devuelvo mis pasos hacia mi novio y me prendo de su brazo.

—Anda mi amor dile la verdad —le miro— ya que no me cree a mi, díselo tu mismo.

Se que estoy actuando como una perra, pero no me voy a dejar intimidar por ella. No es del todo raro siempre lo soy pero hoy quiero serlo un poco más.

—Así es, ella es mi novia —recuesto mi cabeza en su brazo— así que te voy a exigir que nunca mas vuelvas insultarla.

—Pero… y ¿nosotros? —ella llora y esta fingiendo lo sé, quiere hacerlo sentir mal— que va a pasar con lo nuestro.

—Te recuerdo que no hay un “lo nuestro” —habla el Bruno que desconozco con toda esa frialdad— lo único que tenemos es un asunto legal que estoy tratando de arreglar, nada más.

Debería sentirme mal por verla llorar desconsoladamente pero la verdad no remueve nada en mi.

—Pero tendremos un hijo.

—Tal vez sea cierto, pero no eso significa que seríamos algo más, fui muy honesto al decirte que no quería nada contigo —espeta el hombre a mi lado—. Así que si nos disculpas, nos vamos. Solo por favor no te expongas, podría hacerte daño este clima.

La deja con la palabra en la boca y por otro lado me arrastra a mi como si supiera que al soltarme huiría lejos de él.

Supongo que me lleva hasta su auto por que entramos a la parte de los estacionamientos.

—Traje el auto de mamá, tengo en que volver —le hago saber.

—Solo quería alejarme de ella —resopla algo cansado— no se ha casando de perseguirme y creí que eventualmente se cansaría pero veo que no.