Juventud 5

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Se queda quieto, el agua caliente le rodea y una delicada mano pasa por su cabeza lavando su cabello, le acaricia con cada movimiento.

Mira el agua y su reflejo en ella, logra ver algunos golpes en su rostro, pero no puede importarle menos.

Se siente bien, por primera vez en años, se siente bien. Deja que el vapor caliente del aire le calme los músculos adoloridos.

Chaerin le limpia el cabello fuera de la tina de baño, acaricia con cuidado su espalda y la lava con delicadeza. Sabe que Junmyeon ya es más que capaz de hacerlo solo, pero se ve tan perdido que ella lo hace por él.

Desde que le vio en la puerta sangrando y llorando, apenas logró controlarse lo suficiente como para atenderlo y no lanzarse a casa de sus padres a armar un revuelo. No sabe que ha pasado, y Junmyeon no ha dicho nada desde que llegó y fue casi imposible lograr que Minseok y él se soltaran. Pero era necesario que tomara un baño y limpiara sus heridas.

El agua caliente mientras más la usa, más se entinta con la sangre de las heridas de Junmyeon. Su mano ha sangrado bastante, su rodilla también ha dejado manchas, hay una herida abierta en su rostro, y yde su nuca, ha salido algo de sangre. No sabe quien le ha causado ese terrible estado, y tampoco pude entender quién haría algo como eso a un jovencito como Junmyeon.

Algo que también nota, es que está delgado, demasiado. De eso no puede culpar a nadie más que a sus padres. Sabe que existía cierto problema en casa de Junmyeon, lo último que supo era que sus padres peleaban, pero desde que ambos niños dejaron de hablar, nunca más supo que es lo que sucedía en la vida del amigo de su hijo. El que consideraba que era otro hijo suyo.

Siguió limpiando sus heridas y dejando caer agua caliente sobre su cabeza con cuidado, procurando ser lo más cuidadosa posible. Teme herirlo o asustarlo.

Minseok está afuera del baño, junto a la puerta. Puede olerlo, está impaciente. Apenas sonríe al pensarlo, a veces parece que la única persona por la que se preocupa es Junmyeon.

- Listo... - dice cuando Junmyeon ya ha entrado en calor y está limpio de barro y sangre -. Te traeré ropa de Minseok. ¿Vale?

Junmyeon se voltea y la mira, sus ojos están hinchados y rojos, al igual que su nariz. Está llorando.

- No se vaya...

Se vuelve a agachar y le toma del rostro.

- No me iré. - le acaricia el cabello haciendo que Junmyeon llore más recargando su mejilla en su mano -. Cielo, ¿Qué es lo que pasó? ¿Quién te hizo esto?

Duda un poco y aleja la mirada de vuelta al agua.

- Nadie. - contesta.

- Tienes que decirme. - lo toma nuevamente con suavidad para que la mire -. Para que pueda ayudarte, amor.

Niega con la cabeza y cierra los ojos fuertemente.

- No puedo. - lágrimas salen de sus ojos rojos por el llanto.

- ¿Por qué?

- Si le digo, servicios sociales me llevará lejos. - se talla los ojos y se abraza a sus rodillas -. No quiero irme de aquí.

Con esa respuesta, Chaerin lo entiende. Han sido sus padres, si servicios sociales se enteran, se lo llevarán a una casa de acogida y no sabe que sucederá con él. No, ella no dejará que se lo lleven.

- No, no, no. - lo abraza y se moja el pecho, pero no le importa -. Nadie te va alejar de mí.

- No quiero volver con ellos. - ahora Junmyeon le abraza fuertemente -. No quiero.

CAMBIO DE PLANES - OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora