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Doble actualización: 2/2

CINCO LETRAS.

• Jessica Allen •

Aire fresco golpeando mi cara, una realidad en la que en pocas horas Thomas estará cogiendo un vuelo para irse de nuevo...

Suspiré y sin pensarlo dos veces me quité aquel vestido por la cabeza, las botas y los calcetines.

Ni modo, una piscina muy tentadora.

Sentí el viento erizar mi piel y esa típica sensación en la que crees que hay medio planeta mirándote y en verdad son paranoias tuyas. Igualmente busque esa mirada verde con café, la podía sentir con más intensidad... Y ahí estaba, observándome con una cerveza en la mano.

Me estremecí y caminé al borde de la piscina y la analicé. Se movía tentadoramente,—todo a mi alrededor mejor dicho—como una bailarina en medio de una pista de baile, sí, una que hace danza contemporánea...

Definitivamente, me pasé de chupitos.

Repare la gente del agua y todos estaban hablando con alguien o bebiendo en las otras esquinas, más lejos de mi.

Salte, y deje que el peso de mi cuerpo se hundiera lentamente, deje que el ruido de la música disminuyera y mis sentidos en vez de agudizarsen se apagaron, porque por un leve momento me sentí sola en el mundo. Me sentí en ese momento del presente y no en algún recuerdo pasado o algo del futuro.

Cuando sentí mis pulmones fallar salí del agua. Estaba a una temperatura perfecta. Me puse boca arriba flotando y observé el cielo negro.

Se veía tan solo sin estrellas...

Cerré los ojos y juro por Dios que no se cuanto tiempo pase ahí cuando sentí un par de manos en mi espalda y piernas. Me levante atónita.

—Tú, preciosa—la voz se sentía intergaláctica de lo aturdida que me encontraba.

—Mhm...—murmuré enfocando esa figura borrosa.

—¿Qué haces aquí tan sola?

Vale, esta vez si que me puse más tensa y perdida observé a un chico de poca barba, de ojos dilatados y muy negros. Su tono de voz no me gustó.

—¿Te conozco?—hablé bajo y busqué discretamente esos ojos que tanto me gustaban...

—Perdona. Soy Rick.—ese tono de voz...

¿Y ahora qué? ¿También estoy en la obligación de presentarme? Parpadeé porque los ojos me ardían.

—¿Necesita algo, Rick?—lo pronuncie con un tono medio amable, o bueno, autoconvenciendo de ello.

—Pero mira que mujer tan esquiva—soltó una risa.

Yo fingí sonreír mientras inconscientemente caminaba de puntillas sobre el agua hacia atrás.

—Pero ven—su mano sujeto mi brazo de la nada. Me sentí ahogada—¿Adonde vas?

No me salieron las palabras, se me hacía imposible contestar. Quería decirle que no me tocara, no así.

—Solo estamos hablando.—recalcó más duro.

Miré su mano. Miré mi brazo. Miré sus ojos y me sentí acorralada, indefensa. No sé como mierdas pasó, pero mi brazo se movió y me solté de su agarre fuertemente.

—¿Sabes que es el respeto, imbécil? No tienes ningún maldito derecho a tocarla...

Y ahí lo comprendí todo en mi cabeza. Vi a Thomas sujetar la mano de aquel hombre.

TÚ Y YOWhere stories live. Discover now