Al descubierto.

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Después de terminar su café y salir con una sonrisa de victoria, Max se dirigió al departamento que había adquirido para cuándo tuviera que mudarse después de la boda. Era un lugar que él y Valt habían elegido, sin embargo, de un tiempo acá le había servido para tener encuentros con su amante.

—Nos vemos donde siempre.

Su llamada termino y fue al estacionamiento, subió a su auto y manejo hasta el lugar.








—Eres un idiota —el rubio le reclamaba a su amigo, le había contado cada detalle.

Wakiya había estado ausente desde que había peleado con Shu, el día que le digo que se iba a arrepentir de sus malas acciones. Jamás pensó que él fuera quien le hablara, pensó, que tal vez por el orgullo que tenía no le iba a volver a llamar, pero tal vez había cambiado, tal vez ahora era otro Shu.

—Lo se —se sirvió un poco más de whisky y se lo tomó de un trago— Siempre lo eh sido ¿No? —el rubio guardo silencio, sabía lo que su amigo estaba haciendo aún si no pudiera verlo.

—No Shu —al fin hablo—, eras una persona que no dejaba que nadie tocará lo suyo, luchabas por mantenerlo a tu lado, lo amabas incondicionalmente y claro que cometiste errores, muchas veces desconfiazte de él y, sin embargo, cuando sabías que alguien más estaba interesado mostrabas que él era tuyo. Shu, ahora mismo estás actuando como un idiota lamentandote con una botella de alcohol en mano.

—¿Qué se supone que haga?, Él se va a casar en dos semanas y yo me quedaré lamentando todo lo que hice en el pasado.

—¿Qué se supone que hagas? —soltó una carcajada— Eres Shu Kurenai, puedes hacer lo que quieras.

—Los tiempos cambian amigo. Ahora, no quiero arruinarle la felicidad. Esto que estoy pasando es mi castigo... merezco esto e, incluso más.

—Eres un imbécil, se que él aún te ama... ve por él Shu, no te rindas así de fácil.

—Lo siento pero no puedo, ya lo hice sufrir demasiado

Sin esperar alguna respuesta colgó la llamada, soltando un grito de frustración arrogo el vaso de cristal hacia la pared. Sus manos temblaban de la impotencia, se maldecía internamente pero era lo mejor, después de todo su tiempo había terminado; "las oportunidades expiran Shu", era verdad.

—Incluso me diste oportunidades de más.








—¿Saldrás? —la madre del Aoi vio a su hijo bajar de las escaleras con una mochila y su hijo en brazos. La preocupación se sentía en su pregunta, Valt no estaba bien emocionalmente y dejarlo ir en ese estado podría ser contraproducente.

—Si —le dio la mochila a una empleada— Ponla en el auto, enseguida voy —ella asintió y salió a dejar la mochila— iré al departamento, el guardia me avisó que hoy llevaron la cama de mi habitación y la de Kody.

—Ya veo —se acercó a él y acaricio el cabello de su pequeño nieto, en alguna parte de su corazón sentía una sensación extraña. Lo que algunas personas llamarían "mala corazonada", se convenció que solo era por la confesión de su hijo y el hecho de que se fuera a casar sin estar enamorado. No quiso pensar que posiblemente podría pasarle algo malo en el camino— Entonces, que te vaya bien hijo —incluso esas palabras le costaba decir.

—Nos vemos en la tarde mamá.

Ella asintió. Lo vio salir y se quedó sintiendo un mal sabor de boca acompañado de un hueco en el estómago. Sacudió la cabeza un par de veces negando sus sentimientos, no quería pensar en que nada malo le podría pasar a su hijo.

Quiero Recuperarte (2ᵈᵃ ᵗᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃ ᵈᵉ ᵐᵃᵗʳⁱᵐᵒⁿⁱᵒ ᵃʳʳᵉᵍˡᵃᵈᵒ)Where stories live. Discover now