Matrimonio |YM| A̶d̶a̶p̶t̶a̶c̶i̶ó̶n̶

18

Yoongi hizo su cabello hacia atrás y suspiro profundo una vez termino de leer aquella carta la cual le había hecho cuestionarse repetidas veces en ese momento sobre el verdadero pasado de Jimin.

Jimin había sufrido de maltrato físico como psicológico, en ningún momento de su visa recibió amor, solo vivió en una mentira donde él debía estar con una persona la cual no amaba y aparentando ser quien en realidad no. Sufriendo al igual que Yoongi, viviendo un infierno y siempre teniendo esperanzas de ser salvados, Pero ¿Cuál es la diferencia entre Min Yoongi y Park Jimin?

Jimin no elimino ninguna pisca de esperanza, Jimin guardo la esperanza y confianza en que algún día alguien llegaría y lo amaría como siempre ha querido; simplemente saliendo adelante sin el apoyo de nadie.

Pero Yoongi, el solo se había rendido ante la situación, solo lloro y se destrozó a si mismo con sus pensamientos negativos y depresivos. Escogiendo el camino más fácil, huir, no enfrentar sus problemas. Solo se perdió entre diferentes métodos de ilusiones, ignorando y despreciando a los demás como lo habían hecho con él, volviéndose un completo monstruo sin corazón alguno.

Nunca lo había sentido, nunca se había enamorado, nunca había sentido compasión, nunca se había echado atrás. Solo seguía hasta el final para luego correr con alguien más y tomar su felicidad para el ser feliz y enseñándoles a las personas el verdadero dolor de la vida y el desamor.

Pero Jimin, Park Jimin ya lo había sentido, ya había experimentado el verdadero dolor al igual que Yoongi. Razón por la cual Yoongi empezaba a sentirse extraño, por primera vez queriendo colocarse en los zapatos de una persona rota por segunda vez, queriendo morir al momento de experimentar aquella idea y sobre todo el ver a Jimin sufrir, como él lo hacía cada vez que inconscientemente en su mente pedía que cada momento con Jimin perdurara aún más tiempo.

Yoongi sabía que ya había violado la primera regla del juego: sentir compasión.

Yoongi empezó a sentir ganas de violar la segunda regla por igual, echarse atrás y dejar el tema de Jimin. Pensó en irse de nuevo a Londres y dejar las empresas a su hermana o algún familiar pero lo sabía, Jimin de todos modos saldría dañado; simplemente no tenía escapatoria.

El juego ya había empezado, y ahora tendría que terminarlo.

Arrugo el papel y lo tiro a un bote cerca de su escritorio, tomo su lugar y con sus dedos empezó a golpear la madrea de su escritorio repetitivamente y frunciendo el ceño.

No puedes caer, Yoongi. Jimin no será la excepción de todas las jugadas, elimina tus tontos pensamientos y sigue con lo tuyo, solo sirves para eso, para hacer desgracias tal cual tu vida.

Revolvió su cabello furioso y se levantó para servirse una copa de vino y tomarla de golpe sintiendo como el alcohol traspasaba su garganta y cerrando sus ojos con fuerza así tratando de olvidar todo lo ocurrido y centrarse en su objetivo principal, tomar a Jimin y destrozarle sin piedad, como siempre hacia sin excepción alguna.

[...]

Jimin saco los pastelillos del horno y tomo uno junto con un tenedor para probarlo con ganas. Cerro sus ojos y suspiro por el exquisito sabor pensando en lo mucho que le gustarían a Yoongi apenas lo probase.

Sin soltar el postre, Jimin decidió dar un pequeño recorrido por el departamento de Yoongi el cual era compuesto por dos habitaciones, una pequeña oficina y a un lado una gran habitación completamente lujosa, dejando a un lado el salón y la cocina. Jimin dio pequeños saltitos de la felicidad al ver como Yoongi tenía una tina el doble de grande a la suya y con más lujos como una barra que se deslizaba y se colocaba con mesa sobre ella.