Capítulo 16.

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Todo el rostro del príncipe Felix estaba rojo. Quería huir después de haberse atrevido a unir sus labios con los del castaño, como si supiera que había hecho mal al caer en semejante tentación y sintiera que lo mejor era salir de ahí.

—Lo... Lo siento —fue capaz de pronunciar con cierto pánico.

—Lix...

—Oh, por todos los cielos. ¿Qué hice? ¡¿Qué hice?! ¡Soy un idiota! —Cerró los ojos y se lamentó—. ¿Qué clase de persona dice que no exigirá algo distinto a lo acordado y luego da un beso como si fuera de lo más normal?

—O-oye, tranquilízate, ¿sí? No pasó nada.

—Chris, yo...

—No pasó nada. Tienes que escucharme. En serio, todo está bien —intentó transmitirle calma al rubio—. No me besaste, eso fue sólo un... ¡Una práctica! —Exclamó.

—¿Una práctica?

El menor se le quedó viendo, pidiendo una explicación sin la necesidad de abrir su boca para ello. Su temor no le permitía darse cuenta de que su esposo sólo quería ayudarlo a recuperar la calma... y tal vez calmarse a sí mismo también.

—¡Sí! —Contestó—. Piénsalo. Seremos invitados a muchos lugares, asistiremos a muchos eventos y reuniones, un montón de personas nos verán... —Empezó a explicar—. Ya que somos esposos, pensarán que es extraño que no nos demostremos aunque sea un poco de cariño. ¡Así como hacían los príncipes Jackson y Mark!

De alguna manera, todo lo que el castaño estaba diciendo lograba tener sentido para Felix hasta el momento, lo cual estaba ayudándolo a reducir su angustia. El supuesto beso había sido apenas un roce de sus labios, muy veloz y cargado de timidez.

—E-entonces, no te besé —habló con voz suave—. Sólo estábamos... practicando...

—Sí, fue como... algo que haríamos para que nuestro matrimonio no sea visto como un simple arreglo o... para saludarnos o despedirnos, por ejemplo... Quiero decir, mi padre ha saludado así a mi madre muchas veces, es sólo una pequeña muestra de afecto, no significa nada —se encogió de hombros.

—¿Estás seguro?

Fue el turno del príncipe Christopher para dejar un fugaz besito de práctica sobre la boca del pecoso, imitando a éste. Sus labios a duras penas tenían contacto.

—Estoy muy seguro —le sonrió un poco nervioso al separarse—. ¿Lo ves? No pasa nada, Lix. No es un beso de verdad, sólo es como una práctica y no estamos hablando sobre amor ni nada por el estilo, no debemos preocuparnos, aquí todo está bien.

—¡E-espera! Lo que me preguntaste...

—Oh, perdón, no sé en qué pensaba. Puedes olvidarlo, si prefieres.

—¡No! —Lo detuvo—. Yo... estoy consciente de que esto puede escucharse como algo muy absurdo, pero... —Una bonita tonalidad rojiza se había vuelto a apoderar de sus mejillas—. Mi respuesta es positiva, Chris. Sí creo que podría enamorarme de ti con el tiempo... No sé si lo intentaría, pues me imagino que un amor no correspondido es doloroso, pero tal vez simplemente llegaría a pasar, sin que yo pudiera hacer algo al respecto para evitarlo...

La sonrisa que apareció en los labios de Felix tras pronunciar aquellas palabras parecía cargar con una mezcla de tantos sentimientos a la vez, era complicado –casi imposible– descifrarla.

Durante los días siguientes, por lo menos para desearse buenos días al despertar y buenas noches antes de acostarse en la cama, ambos príncipes tuvieron "prácticas". Estaban convenciéndose de que era algo para su beneficio.

Una noche, encontrándose por casualidad en Mirare y estando ya listos para descansar, terminaron conversando sobre otro tipo de muestras de afecto que podrían serles útiles para quedar como una pareja normal ante los ojos de otras personas.

—Otra cosa que podría hacer es sujetar tu mano de esta manera... —Explicaba el mayor mientras tomaba delicadamente la mano derecha del contrario con la suya—. Y luego darle un beso así —finalizó antes de acercar la mano ajena a su boca y dejarle un beso en el dorso, haciendo reír un poco al pecoso.

—¿Entrelazaríamos nuestros dedos? —Cuestionó.

—Sí, tal vez, creo que por unos segundos no estaría mal...

—Me agrada —sonrió débilmente—. Y yo podría besar tu mejilla —agregó.

—Bueno, no sólo lo menciones. Demuéstrame cómo lo harías —pidió el castaño.

Felix volvió a soltar una risa corta, pero se acercó al rostro de su esposo y presionó los labios sobre su mejilla, recuperando su espacio personal en un parpadeo. Las cosas entre ellos no se habían hecho incómodas a pesar de las "prácticas" y el rubio se sentía agradecido.

Un par de pisos más abajo, en la habitación que Hyun Jin compartía con Seung Min, ambos seguían despiertos, revisando los trazos del menor y apreciando cómo había mejorado. El pelinegro se sentía orgulloso.

—Mira lo que hice esta tarde —habló Seung Min, extendiendo una hoja de papel hacia el más alto.

Hyun Jin aceptó la hoja con una sonrisa, misma que sólo se extendió tan pronto como pudo leer su nombre junto al del castaño, escritos una y otra vez. La caligrafía del más bajo sin duda aún podía mejorar mucho, pero al cocinero le parecía de lo más tierno que Seung Min practicara con sus nombres.

Dejó el trabajo de Seung Min a un lado y se acercó a él para darle un beso en la frente.

—Bien hecho, Seung Minnie —pronunció con cariño—. Considero que ya es un poco tarde y que deberías descansar, pero si quieres intentar leer un poco conmigo antes de dormir, no me negaré.

—¡Sí, por favor! ¡Me encantaría! —Exclamó, sin darse cuenta de que mostraba un brillo de pura emoción en sus ojos.

El mayor buscó entre sus pertenencias el libro de fábulas que usaba para ayudar a Seung Min y después ambos se acomodaron bajo los cobertores, acostándose uno muy cerca del otro. Hyun Jin encontró rápidamente la página en la cual se habían quedado e invitó al más bajo a tratar de leer.

—Empieza desde aquí —señaló un renglón.

—U-u-una hor... hormiga... be... bebía a-a-agua en... un... —Leía despacio y con cierta dificultad, trabándose mientras descifraba las sílabas, pero Hyun Jin siempre se mostraba paciente y no intervenía a menos que él se lo pidiera—. ¿Me puedes ayudar con esta palabra, por favor? ¿Qué dice ahí?

—Dice "río".

—Gracias —sonrió de lado y volvió a la lectura—. B-bebía agua... en un río... y... con m-ma-mala su... su-e-er-te... s-se... cayó al... agua... P-pa-pasaba... por... ahí... una pa-paloma...

Se quedaron despiertos una media hora más, disfrutando de la fábula a la vez que Seung Min seguía practicando y aprendiendo.

Continuará.

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Uy, sí. "Prácticas".

En fin. ~ Por si no reconocieron la fábula que Seung Min está leyendo en este capítulo, es la de "La paloma y la hormiga" de Esopo, misma que enseña el valor de la gratitud. Se trata de una hormiga que cae al agua, pero una paloma escucha sus gritos de auxilio y la salva de morir ahogada. La hormiga promete ayudar a la paloma cuando ella lo necesite. Cierto día, un cazador apunta su arma hacia la paloma, pero la hormiga se mete por debajo del pantalón del cazador y lo muerde, por lo que la paloma logra escapar. 💕

Gobernar un corazón [ChanLix] [HyunMin]Where stories live. Discover now