CAPÍTULO 1

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Narra Elisabeth.

Un dia como hoy, hace cinco años, conocí a Sebastian, pensé que estariamos siempre juntos, pero no fué asi, nuestros caminos se separaron. No lo he vuelto a ver, pero se por Oscar y Chris que no ha vuelto a tener una pareja, me dicen que me sigue esperando. Sin envargo yo... opté por olvidarle completamente, o al menos intentarlo.

- Venga cielo, escoge un centro de mesa y ya.

Me habló Daniel, pues estabamos prearando nuestra boda. Si, nuestra boda, que es en cuatro meses.

- Ya te he dicho muchas veces que no me llames asi, me llamo Elisabeth, no cielo.

Y esque solo Sebastian podia llamarme de esas formas, porque sí, intente olvidarle, pero es un intento fallido.

En los cuatro años que llevo saliendo con Daniel no hice el amor, ni tuve relaciones sexuales, ni siquiera era en Daniel la primera persona en la que pensaba al dormir y al despertar.

Por la tarde tuve que ir a la tienda a comprar mas tinta para la impresora, porque ya estaba escribiendo mi primer libro oficial y me gusta imprimir mi trabajo, por si se borra en el ordenador. En esta misma tienda, hoy justo hacen cinco años le vi por primera vez...

- Mirad chicas, ¡Es la niña que manchó a Alfred con su menstruación!

Genial... Una escena de bulling...

Me acerque a regañar a las niñas que se burlaban de alguien.

- ¡Dejadme en paz perras!

Espera... Esa voz... no es como recordaba pero... no puede ser...

Me escondí en el pasillo de atrás y me asome entre los estantes y la vi... Mi pequeña, mi Carol, ahora ya es una adolescente. Estaba en la sección de higiene, mirando compresas para la menstruación, tenía su abrigo enrollado a la cintura y su cara decía que le dolía demasiado. Mientras las demás chicas se estaban riendo de ella, grabandola e insultandola, y ya no me pude contener. Salí de detrás del estante y fui directa a por las chicas, les quite el teléfono y aunque ellas protestaron, una simple mirada las hizo callar, al fin y al cabo son solo niñas. Borre todo lo que grabaron y les devolví el teléfono.

- Si os vuelvo a ver riéndose de cualquier otra persona vais a tener un serio problema conmigo, ¿entendido?

Hablé con rabia. Ellas solo asintieron.

- ¡He preguntado que si lo habéis entendido!

Exclame y las niñas huyeron del lugar.

Mire a Carol, estaba tan preocupada viendo lo que tenía que coger o no que ni se dio cuenta de que yo estaba allí. Así que me acerque a ella.

- Mi niña, ¿necesitas ayuda?

Susurre con cierto miedo, por lo que paso la última vez que nos vimos, sin duda aquella bofetada me dio de lleno en el corazón.

Ella miró hacia mí al reconocer mi voz y sus ojos se llenaron de lágrimas, sin decir nada me abrazó. Y nos pasamos unos minutos abrazadas , en mitad de la tienda, lloriqueando.

- Elisabeth, te heche de menos.

Me susurro y se separó de mí.

- Yo también te heché de menos, mi preciosa niña. Ya debes tener unos 14 años.

- Si, aunque en dos meses ya serán 15.

- Ya eres muy mayor.

Asintio con algo de vergüenza y volvió a mirar las compresas. Y me fijé, que tenía su pantalón manchado en sangre.

Profesor Stan: A tu lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora