Sempiterno: que durará siempre, que habiendo tenido un principio, no tendrá fin.
Meira Bravo es lo conocido como una Kook, pero lo cierto es que ella no cree pertenecer a ese grupo, a ninguno en realidad. Sin si quiera buscarlo encontrará su lugar...
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"Puedes conseguir el oro Hazlo por tu gente, hazlo por tu orgullo, hazlo por tu nombre, porque va a haber un día en el que estés de pie en el salón de la fama, y el mundo va a conocer tu nombre"
- ¿No están tardando mucho? - preguntó JJ impaciente.
- Han pasado a penas diez minutos. - respondió Meira mirando la hora en su teléfono. - Mi abuela va a matarme. - dijo viendo todos los mensajes y llamadas que tenía suyos.
- No creo que sea peor que mis padres. - murmuró Kiara.
- Que le den a tu abuela, no me mal interpretes seguro que es majísima, pero no puede desaparecer casi todo el verano y luego volver exigiendo. - dijo JJ con la cabeza apoyada en el regazo de la chica.
- No creo que eso me valga como excusa. - le quito la gorra roja y se la puso ella. - Pero bueno, ya me ocupare de ella cuando sea el momento. - JJ levanto su brazo alcanzando la mejilla de la chica dejando varias caricias sobre esta.
- He estado pensando que cuando acabe todo esto y esté nadando en billetes, me pillaré una tabla nueva y la tunearé. - hablo JJ después de unos minutos de silencio. - Y me voy a largar a surfear. No sé a dónde, pero el mundo me espera. A ver decid un sitio.
Mientras el rubio hablaba seguía acariciando la mejilla de la chica, pasando en ocasiones por su cuello y mechones de cabello. La chica disfrutaba las caricias ladeando la cabeza en ocasiones para dejar un leve beso sobre el dorso de la mano de JJ.
- España. - Kiara respondió mirando a la castaña.
- Allí ya tenéis guía. - la castaña sonrió. - Aunque solo conozco algunas ciudades.
- Y después de España, a Sudamérica o Sudáfrica, a alguna zona del sur y luego a Micronesia, para después dejarme llevar.
- Así que, ¿ese es tú plan si conseguimos hacernos ricos? - preguntó la morena.
- Suena como un buen plan. - respondió Meira mientras pasaba entre sus dedos los cabellos rubios del chico. - ¿Hay hueco para una más?
- Para dos. - corrigió Kiara.
- ¿Lleváis el pasaporte?
- Ni si quiera tienes pasaporte. - rio Kiara.
- Pues no, no tengo pasaporte, eso es de Kooks.
- ¡Eh! Abrid. - nada más escuchar a John B dejaron las risas y fueron a abrirles.
- Joder, te voy a matar John B.- los tres miraron perplejos a la chica que entro detrás del pecoso.
- Pero ¿quién es? - preguntó Kiara.
- Tranquilidad, os dije que tenía una sorpresa. - el castaño trato de explicar la situación. - ¿Os acordáis de que os hable de la chica que conocimos en las Bahamas y nos salvó?
