ISABELLA
La luna. Un claro. Un acantilado. Soledad.
Miro todo a mi alrededor y suelto un sonoro suspiro al saber donde me encuentro. ¿Por qué siempre termino aquí?
– Terminaras aquí cada vez que tu poder se salga de tu control.
Ruedo los ojos y volteo para verla.
– ¿Por qué sucede esto ahora? Nunca había pasado.
Una leve sonrisa se formo en sus labios mientras caminaba en mi dirección.
– Por que volviste junto a él, siempre supe que lo harías de una forma u otra. – estiro su mano para acariciar un mechón de mi pelo – tu destino esta marcado y tu magia necesita mucha fortaleza para ser controlada.
– ¿Destinada a qué cosas?
Un suspiro salió de sus labios. – Imagino que deberé colocarte al día con todo ya que no quieres aceptarlo y terminaras seguido aquí sino comprendes la situación.
Fruncí el ceño y la miré fijamente.
– Okeey. – pronuncie cada palabra con más tiempo del debido.
– Eres mi hija. – anuncio mirándome con un brillo en los ojos.
Asentí con la cabeza esperando que continuara. – Lo sé, todos lo somos.
– No. – negó sonriendo – tu eres mi descendiente directa, eres mía. A los demás solo los guío, acompaño, reconforto, pero tú. – me apunto. – eres más que eso.
– ¿Q-qué?
Se alejo unos pasos de mí y camino hacia el borde del acantilado, sentándose ahí. Sus pies colgaban hacia el mar. Dude unos momentos balanceándome sobre mis pies mirando hacia todos lados, pero finalmente camine junto a ella.
La mire unos segundos desde arriba rascándome una ceja antes de sentarme a su lado, su rostro miraba fijamente hacia delante, ningún punto en específico porque no había nada para ver. Solo mar.
– Hace muchos años tuve un amor aquí en la tierra, un hombre maravilloso, me enamoraba cada día con sus detalles, sus caricias, su olor. – rompió el silencio sin apartar su vista del horizonte. – ese amor que me consumía de la manera más maravillosa me entrego lo más preciado para mí... una hija, pero por cosas del destino o maldad de la gente, ella murió.
Se mantuvo en silencio luego de decir esas palabras. La mire con tristeza. Nunca querría pasar por algo así. La muerte de un hijo.
– L-lo siento. – murmure bajo.
– Descuida, fue hace mucho tiempo. – volvió a suspirar – ahora ella no es más que un hermoso recuerdo, pero en ese momento cometí el error de contactar a una bruja oscura, para revivirla, el dolor que sentía en ese momento era demasiado, no me creía capaz de superar su muerte, de dejarla ir.
Trague saliva y fije mi vista al frente igual que ella.
– Era joven y estaba sufriendo, creí que tenia todas soluciones, que sabia todo y confiaba plenamente en que el plan resultaría como yo quería. – dejo de mirar el horizonte y miro sus manos sobre su regazo. – pero lo que no sabia es que la magia negra siempre pide algo a cambio.
Rápidamente volví a mirarla. La curiosidad picando en la lengua.
– ¿Qué te pidió?
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Rechazada
Werewolf¿Qué se hace cuando aquella persona que debía amarte, apoyarte y defender de todos, decide que no quiere hacerlo? En mí caso, velare por m misma, ya mucho he sufrido como para desmoronarme por él. Ya tuve suficiente dolor, así que buscare mi sitio e...