ＣＡＳＴＩＧＯ

Extra 2

Kagome sonrió hacia el frente, emocionada vistiendo orgullosamente su toga de graduada y sosteniendo en alto su birrete.

Por ese papel, por ese título universitario había sacrificado muchas cosas y alejado a muchas personas.

Entre ellas, a su antiguo novio, Inuyasha.

Saludo con su mano libre a su madre, a su hermano, a su tío que siempre la acompaño y aconsejó a la distancia sobre como lidiar en la universidad, gracias a su tío Onigumo pudo hacer una carrera universitaria y después de 5 años se había egresado como una de las mejores alumnas.

Se abrazo con sus amistades que había formado en su estadía y época estudiantil universitaria. A pedido de su madre, Kagome poso con sus amigos para capturar el momento en varías fotografías.

Hoyo abrazo a Kagome rodeando su cintura, ambos sonriendo a la cámara.

— ¡Qué lindos se ven juntos! — exclamo la madre de Kagome de manera involuntaria.

— ¡Es lo que le digo siempre a su hija señora! — se carcajeo el castaño.

— Tú ya cállate — señalo Kagome a Hoyo — Ahora tómame una foto con mi familia...

— Bien, pero tu harás lo mismo por mí —

— Sí, sí... ¡Ya toma la foto! ¡No te olvides de enfocar!

Después de sacarle fotos a Hoyo junto con su familia, Kagome regreso a la suya lista para festejar con un gran banquete como cena.

°°°
Sentados en una mesa de un lujoso restaurante se encontraba la familia Higurashi disfrutando del exquisito postre como cortesía de la casa.

— Estoy tan orgulloso de ti sobrina, tu padre seguramente también debe de estarlo... —  sonriente dijo su tío.

— Sé que esta orgulloso asintió Kagome con una suave sonrisa.

—  ¿Y qué tienes planeado hija? ¿Regresar a casa o permanecerás aquí? — cautelosa pregunto su madre.

— Pueeeeessss... — Kagome ya había hecho planes, lejos de su hogar de origen y lejos de su antigua vida y amor.

— ¿Vendrás a casa, cierto hermana? —  pregunto su hermano de 16 años.

— ¿Quieres que regrese a casa?

— Pues sí, la casa es aburrida sin tus gritos, además que te necesito para ayudarme con mis tareas...

— ¡Qué sinvergüenza eres! ¿Solo me quieres para eso? —  Kagome tironeo una de las orejas de su hermano.

— ¡Ay no, duele, duele!

Las carcajadas se escucharon, está escena tan ambigua volvía a ocurrir después de tiempo.

— Ya saqué un boleto para dentro de una semana para ir a casa, pasaré las fiestas con ustedes y disfrutaré de mi paz sin preocupaciones de estudiar. El año que viene regresaré y me instalaré aquí, en una de las pasantias que hice hace un mes, una empresa se intereso en mí y me realizaron una entrevista.
Quedé para el puesto de director junior de marketing...

—  ¡Qué bien te lo tenías escondido sobrina!

— ¡Felicidades hija!

—  Una hermana exitosa ¿eh? Ahora sí puedo presumirte.

Kagome sonrió, por fuera demostraba felicidad por su reciente logró y por su futuro profesional, fingía muy bien para no preocupar a los que quería.

Pero por dentro, se cuestionaba como llevaba la vida su ex novio y sí es que su promesa aún seguía en pie.

Hace 4 años que ninguno de los dos sabía cosas del otro. O al menos ella no sabía nada de Inuyasha desde que se habían separado.