CAPITULO OCHO: TÚ Y YO.

10.3K 550 20
                                    

¡Nuevo capítulo editado en 2023! Disfrutad mucho tanto los nuevos lectores como los que cojan este libro de nuevo ;). Un besito enorme :)



MARÍA.


La cita con Daniel me había sorprendido gratamente. Debo admitir que mi historial con chicos no era muy bueno, así qué mi esperanza sobre esta cita estaba por los suelos aunque siempre se mantenga cierta ilusión y fe en el amor. Daniel había resultado ser un chico interesante, gracioso y carismático. ¿Por qué no tentar un poco más a la suerte y volver a quedar con él?

Daniel me había propuesto tener otra cita y, teniendo en cuenta que mi otra opción era quedarme con mi ex novio en una cabaña, había aceptado. Siempre había dicho que no era una chica que brillase por su buena suerte, pero por una vez quiero pensar que la ruleta de la fortuna estaba jugando a mi favor. Había conocido a un chico que, por ahora, no parecía que me fuese a llevar por un mal camino.

Si ponía en una balanza todo lo que había vivido en este día, independientemente de mi eterna lucha con los insectos, tenía claro que había sido el mejor día que había pasado desde que estaba aquí. Había estado tranquila, no había tenido que sobrepensar y en ningún momento me había invadido ningún sentimiento de ansiedad. Lejos de que Daniel fuese un chico atractivo, era una persona que te brindaba tranquilidad y bienestar y, al final del día, ¿no es lo que todos buscamos? Alguien que nos brinde paz.

Por otro lado, tampoco quería idealizarle demasiado. Era la primera cita y no quería ponerle en un pedestal. No quería crear unas expectativas de él que después fuesen inalcanzables y que, sin él quererlo, acabase cayéndose de algo que yo misma había construido.

Y, a la par, no podía evitar pensar en si estaba equivocándome. Estaba claro que Javier no era mi alma gemela; una persona que había madurado tan poco y era tan poco consciente de las cosas no podía ser mi destino. Pero, entonces, ¿por qué, a veces, no podía evitar que su nombre llegase a mi mente? ¿Quizás, sin quererlo, me había hecho adicta a nuestras discusiones? ¿Quizás, sin quererlo, yo misma me había involucrado en una relación insana para mí? ¿Quizás, sin quererlo, me había visto envuelta en algo que no quería?

Javier tenía muchas cosas que cambiar y no por mí, ni por nosotros, sino por él. Ni si quiera estoy hablando de lo que ocurrió entre los dos en un pasado y de cómo era él en ese entonces, sino de cómo es ahora. No quiero decir que sea mala persona, sé que tiene un gran corazón, pero el hecho de que haya interiorizado y normalizado algunos comportamientos no significan que estén bien.

Debe crecer y aprender y, hasta que él no cambie por él, no debería estar ni conmigo ni con nadie. Primero debería estar con él mismo, al igual que yo aprendí a estar conmigo misma una vez que nuestra relación se fue por el retrete.

A veces necesitamos tiempo para nosotros antes de seguir avanzando. De hecho, también es una forma de avance.

Y no estoy diciendo todo esto porque no sienta atracción o cariño hacia él, sino totalmente al contrario. Javier siempre será un recuerdo que formará parte de mí y siempre será una marca imborrable en mi corazón. Siempre tendrá un hueco dentro de mí porque es difícil borrar a alguien que significó tanto para ti. Pero, por eso mismo, cuando consigues conocer a alguien tan bien como nosotros lo hicimos y querer a alguien tanto como nosotros nos quisimos, sabes qué es lo que la otra persona necesita. Quizás ella no elija esa opción, quizás ella crea que lo mejor para ella no es lo que tú piensas y, al final, esa persona se conoce mejor que nadie en el mundo. Pero tú eres una persona que ves desde fuera cómo alguien se consume poco a poco.

Eres idiota, pero te quiero. (Terminada).Where stories live. Discover now