CAPITULO SIETE: ¿LA CITA?

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¡Un capítulo más editado en 2023 mis niños! Espero que os guste ;) Un besito enorme y nos vemos en el próximo. 

PD: veréis cuáles son los editados en 2023 porque dejaré una notita al principio del capítulo ;)




MARÍA.


Mis ojeras podían llegar hasta mis pies; la palidez de mi cara me daba una imagen de una chica enferma; mi pelo estaba hecho una maraña; y, definitivamente, hoy era un día nefasto.

Sé que decir todas aquellas no es muy bueno de cara al comienzo del día, ni tampoco le lanzas unas buenas señales al universo, ¿pero qué hago si es el reflejo que me devuelve el espejo? Además, no me sentía nada bien, estaba cansada e incluso me dolía la cabeza.

Pero para que el universo tuviese una buena noticia de mi parte: había decidido quedar con Daniel.

Necesitaba despejarme un poco y aquel chico había sido como un ángel mandado por el universo.

No podía omitir que mis pensamientos se desviasen levemente al pelimoreno mientras que me daba una ducha. Su perdón estaba lleno de palabras vacías y sabía que solamente me lo había dicho porque quería aquella habitación; su finalidad era ganar la apuesta, aunque eso significase enamorarme y volver a romperme el corazón de nuevo. Y, aún sabiéndolo, no podía evitar que algo dentro de mí se removiese al pensarlo. Supongo que el hecho de que se hubiese comportado como un imbécil todo este tiempo y que, de repente, tuviese un comportamiento medio razonable había conseguido tocarme el corazón en cierta manera. Aunque eso no me hacía desconectar de la realidad, una cosa no quitaba la otra.

¿El hecho de que me hubiese pedido perdón cambiaría las cosas entre nosotros? Sabía que aquella era su intención y era lo que daba por hecho, pero no era lo que yo quería. Ojalá aquellas palabras hubieran sido honestas para que las cosas cambiasen verdaderamente e incluso en su forma de ser pudiera ver un cambio genuino, pero no podía confiar en ello. Nunca me he negado en ser su amiga, ni aún después de todo lo que me hizo, pero pedir algo así de alguien como él es como jugar a la lotería y que te toque el gordo: una posibilidad entre un millón.

No podía dejarme influenciar por sus palabras, ni por sus grandes dotes de actuación. Anoche parecía que le dolían mis contestaciones o mis miradas, pero, incluso aunque fuese verdad, no puede pretender que las cosas entre nosotros cambien de la noche a la mañana y con un simple perdón. Las palabras se las lleva el viento y con los arrepentimientos y un lo siento deben ir de la mano las buenas acciones y las demostraciones.

Lo mejor para mí misma hoy era irme a ver a Daniel, así no sobrepensaría las cosas. No tendría que ponerme internamente entre la espada y la pared. Necesitaba espacio y respirar. Desde que habíamos llegado, había estado sometida a un estrés constante y ya era hora de poder tomar aire sin que nada ni nadie me presione.

Javier acabará dejando caer su máscara pronto.

Salí de la ducha, me vestí y me dirigí al salón. De nuevo, afronto lo que venga con valentía. Excepto un traspié, así que, querido cuerpo, no seas patoso en todo el día hoy. Te lo prohíbo. Bastante tengo ya con la cantidad de ideas que vuelan mi cabeza.

Mis converses azules captaron las miradas de todas las personas. Desde la interrogante de mi amiga la traidora, hasta la intensa y fascinada de Blumer. ¿Por qué todos tenían que girarse cuándo me escuchaban llegar? Podían quedarse desayunando, hablando y continuar haciendo lo que quiera que estuviesen haciendo. ¡Que no soy Jennifer López!

Eres idiota, pero te quiero. (Terminada).Where stories live. Discover now