MY DADDY || PARK JIMIN.

capítulo 35: dolor, lágrimas y ¿muerte?

Vamos Jimin, piensa una táctica de distracción. Aunque conociéndola sé que no dejará el tema en paz hasta que tenga una respuesta...se la daré. Será una mentira piadosa.

Atraigo su cuerpo al mío y la coloco justo encima de mi regazo. Mi cuerpo desnudo roza el suyo y tiembla al sentir mi tacto.

Jimin: no hay ni mentiras ni secretos en esta relación. -susurre en sus labios- ¿alguna vez te he hecho el amor con la luz del alba presente?

Tú: ni se te ocurra distraerme Park Jimin. Quiero la verdad o soy capaz de tomar mis cosas e irme a casa en estos mismos momentos.

Mi chica si que es muy testaruda. Me encanta eso de ella pero no es precisamente lo que necesito en estos momentos.

Jimin: -suspiro- hay un tipo que me quiere sacar de su camino para quedarse con todo mi imperio...simplemente tengo miedo que vaya contra ti para lastimarme.

Tú: tal vez debería cancelar el viaje con los chicos y quedarme con usted. -sonríe, sé que esa sonrisa trata de transmitirme paz y tranquilidad, quiere decirme que todo estará bien-

Jimin: ¡no! -me apresure a responder- quiero decir que en estos momentos estás más a salvo lejos de mi nena. Necesito que vayas con tus amigos.

Tú: pero tal vez pueda ayudarlo en algo.

Jimin: resolvere mis problemas yo solo.

Tú: crees que aquí solo seré un estorbo ¿cierto?

Jimin: sabes que no es lo que quise decir. Por favor...no malinterpretes mis palabras.

Tú: está bien, haré lo que daddy quiera. -sé quito de mi regazo y pude notar la irritación en su voz- iré con mis amigos, disfrutaré el viaje y me mantendré alejada de usted. Justo lo que daddy desea.

Se levanta de la cama y sale de la habitación. Oh santo Dios...nuestra primera discusión se aproxima.

Narras tú.

Dicen que el tiempo pasa volando y en estos momentos desearía que ese hubiese sido el caso. Quería que el sol saliera y desapareciera en cuestión de minutos. Gracias a Dios el viaje ha llegado a su fin y regresaré a casa. Siento una sensación de intranquilidad que no me ha dejado en paz desde que me despedí de él en el aeropuerto...a pesar de nuestra discusión no puedo evitar estar preocupada. Si hubiese cumplido su palabra de venir conmigo no estuviera en esta situación.

Sin embargo este tiempo me ha servido para pensar en lo que haré en los próximos días. Tengo que tomar una decisión importante...quedarme en Corea o regresar a New York.

Rebecca: deberías estar aprovechando nuestro último día en este hermoso lugar. Mañana regresaremos a Seúl y todo estará a como lo dejaste te lo aseguro.

Tú: necesito pensar y los gritos de los chicos no me dejan hacerlo...quiero volver con nuestros padres pero no quiero dejarlo...y tampoco puedo pedirle que se vaya conmigo.

Rebecca: lo siento, esta vez no tengo ni idea de qué decir ni mucho menos aconsejarte. Es una situación difícil a la que estoy segura le encontrarás una solución.

Abel: mamá necesita el apoyo de toda su familia. -entra a la habitación que comparto con las chicas- no puedes preferir a un hombre en vez de a la mujer que te trajo al mundo.

¿Cómo le puedo explicar que ese hombre es el que ha estado conmigo desde que tengo memoria? En los momentos tristes y felices él estaba ahí para compartir mi alegría o para consolarme. Me amaba incondicionalmente, me cuidaba sin llegar a lo extremo y jamás intento interponerse en lo que me hacía feliz. Esa mujer es mi madre pero no ha hecho más que intervenir en mis decisiones y querer manejarme a su antojo. Ella estaba tan ocupada tratando de no sentirse miserable y sola que no se daba cuenta que me hacía sentir a mí de esa manera.