MY DADDY || PARK JIMIN.

capítulo 35: dolor, lágrimas y ¿muerte?

No puedo hablar. No puedo respirar. Siento que estoy al borde de un precipicio con la máxima posibilidad de caer. Nuestras miradas se cruzan, sus ojos no dejan ver más que una determinación temeraria y una gran sed de venganza. Estoy seguro que mis ojos no pueden ocultar el terrible miedo que siento. La piel se me pone de gallina cuando escucho su grito apaciguado por el trapo que tiene en la boca. Quiero acercarme y liberarla de todo lo que ata pero no puedo.

Esta disfrutando esto y su risa solo lo deja más en evidencia.

Jisoo: sufre. Tienes que sufrir incluso más de lo que yo sufrí.

Jimin: déjala ir. Podemos resolver esto nosotros dos...solo...por favor...te lo ruego...déjala ir.

Jisoo: implorame. Quiero verte implorar como el maldito gusano que eres Jimin. Esto simplemente es una cucharada de tu propia medicina.

La situación en la que estoy amerita que deje mi ego a un lado por una vez en mi vida. No puedo arriesgarla. Mi amor me necesita.

Jimin: por favor...no le hagas daño...te lo imploro.

No puedo soportarlo más. Las lágrimas recorren mis mejillas y soy incapaz de ponerles un alto. Quiero que esté a salvo y si tengo que implorar para lograrlo entonces lo haré.

Le apunta con un arma en la cabeza. Estoy muy lejos de ella como para quitársela de las manos. Tengo que negociarlo.

Jisoo: no tienes idea de la satisfacción que me causa verte implorarme como lo que eres: una escoria. Despídete de ella...para siempre.

Jimin: haré lo que me pidas pero por favor baja el arma.

Si t/n decide alejarse de mí para siempre será su decisión. No dejaré que alguien ajeno a nosotros decida como va a acabar nuestra historia.

Jisoo: -una sonrisa maliciosa se plasmo en su rostro- que todos piensen que soy una loca, que me discriminen todos los días de mi asquerosa vida, que haya estado en un hospital psiquiátrico, todo eso es tu maldita culpa...y la de esa zorra. Así que me voy a vengar. Estoy marcada para el resto de mí vida...así que te voy a marcar a ti también...por haberla elegido a ella y haberme destruido a mí.

Y dispara. Veo su sangre...por todas partes, en mí, estoy salpicado de ella. Mi amor...está muerta...duele, un dolor inimaginable. Quiero morir también. Quiero correr a ella pero no me puedo mover de donde estoy. Dios, pensé tanto lo que tenía que hacer que a la hora llegada no pude hacer nada más que verla morir. Se abre un agujero enorme en el suelo y me engulle.

Tú: ¡JIMIN! ¡DESPIERTA! -grita desesperada y me zarandea un poco lo que hace que pueda abrir los ojos, está aquí. Conmigo. Desnuda. En mí cama. Asustada...la asuste. No quiero eso.- tranquilo, estoy bien...mírame.

No puedo verla. Ella sabrá que algo anda mal con solo verme a los ojos. Siento mis mejillas húmedas lo que indica que mi llanto era real ¿cómo le voy a explicar esto?

Mi valentía ha salido huyendo.

Tú: ¿confías en mí? -pregunta mientras sujeta mi cara entre sus manos-

Jimin: más que en nadie en este mundo.

Tú: mentira. Si eso fuese verdad me dirías por qué estos últimos días has estado tan nervioso, tenso y en alerta. Pasa algo y no me tienes la suficiente confianza para contármelo. Pensé que había dejado claro que esta relación lo menos que necesita son secretos y mentiras.

La luz del alba asoma por el ventanal. Está preciosa...molesta pero preciosa.

Estoy en un debate interno sobre qué hacer: quiero ser sincero y contarle toda la verdad y también quiero protegerla sin que se preocupe. Gana la segunda opción.