MY DADDY || PARK JIMIN.

capitulo 25: daddy...ayúdeme.

¿Está señora es realmente mi madre? No, la mujer que me ha me ha criado, adorado y aconsejado durante los últimos 17 años sería incapaz de tan siquiera pensar en hacer algo como eso. Está claro que se ha vuelto loca.

Rebecca: ¿qué? -pregunté exaltada, quería tratar de convencerme a mi misma que he escuchado mal pero ella simplemente asintio afirmando mi temor- ¿cómo puede pensar que esa una opción? No madre, yo no voy a permitir que haga semejante locura.

Carolina: créeme cariño, yo sé que es lo mejor para mi hija.

Rebecca: ¿lo mejor? -suspire y desórdene mi cabello exasperada- madre...jamás me había sentido tan decepcionada de ti como lo estoy ahora. Jamás pensé que una madre sería capaz de pensar en lastimar a su propia "hija".

Carolina: por favor...dime ¿tú que harías en mi lugar? -pregunta nerviosa, le han dolido mis palabras y agradezco eso, ojalá la hagan recapacitar.

Rebecca: créeme que secuestrar a alguien ni siquiera se me pasaría por la cabeza. No voy a permitir que le hagas nada a t/n, la quiero madre. No quiero que por tu culpa se aleje de mí.

Abel: reconsidere por favor lo que va a hacer, puede estar segura que lo único que logrará es que t/n la odie. No solo pensamos en el bienestar de t/n sino que también en el suyo madre. No queremos problemas de ningún tipo.

Rebecca: de algo si estoy muy segura...sí se le ocurre ejecutar el maravilloso plan macabro que tiene en mente me pierde para siempre madre eso te lo juro por Dios, no te lo perdonaré.

La tengo entre la espada y la pared. Puede recuperar a una y perder a la otra, nadie se arriesgaría ¿o sí?

[~]

Narra Jimin.

Abro los ojos y parpadeo reiteradas veces tratando de asimilar la luz que entra por la ventana. Miro la mesita de noche, son las 8:30am. Giro mi mirada y me encuentro con una bola de pelos enredada con la sábana. Sonreí, doy gracias a dios porque pasa otro día en el que soy bendecido con despertar al lado de esta maravillosa chica. Me reincorporó en un brazo para poder admirarla mejor, paso mi nariz a lo largo de su cuello aspirando el dulce aroma que me vuelve loco, ese aroma que es capaz de tranquilizarme y darme una paz interior inimaginable.

Ella se reincorpora asustada.

Tú: ¡la escuela!

Trate de contener una risa. Ella siempre tan preocupada por la escuela.

Jimin: buenos días nena. -nuestros ojos se encuentran y un escalofrio me recorre todo el cuerpo, sí, ese es su efecto-

Tú: lo siento. - sus mejillas toman un color rojizo el cual me deja ver que está avergonzada- olvide por completo que hoy no iría a la escuela. ¿Ha dormido bien?

Jimin: sí, sí, siempre que duermo contigo lo hago de maravilla.

Tú: me alegra saber que sirvo para algo después de todo.

Jimin: tú eres genial en todo mi amor. -eleve una ceja, me está ocultando algo- ¿qué pasa?

Tú: no nada ¿quiere que le prepare el desayuno?

Jimin: para eso esta Kate, ese es su trabajo. -retome mi tono firme- dime que me ocultas.

Tú: no he sido lo suficientemente valiente como para decirle a los chicos que regreso a Corea. Siento que se van a molestar conmigo y terminaré perdiendolos también.