Capítulo 19

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—Eres alucinante chica—le dijo Theo mientras Chloe enterraba su cara en su almohada.

Tras lo ocurrido las clase se había acabado y como era la de última hora, Chloe no perdió tiempo en dirigirse a su habitación. Había provocado que una chica sufriera sin ella ser consciente. No es que no se lo mereciera como antes había dicho sino que cada vez descubría cosas nuevas de ella misma que la asustaban. Sus amigos la habían seguido sin ella poder rechistar.

—Pero sigues siendo fea—dijo Thomas tumbado el sofá de Chloe.

Chloe levantó la mirada y le enseño el dedo corazón para luego volver a enterrar su cabeza.

—Theo tiene razón—dijo Sofía—. Los vampiros tardan años en poder crear el tipo de manipulación mental que has hecho. 

Chloe gritó en su almohada de la frustración. Ella no quería destacar, ella solo quería dormir y comer.

—Chicos iros—pidió Chloe—. Quiero dormir el resto del día y no puedo hacerlo con cinco vampiros mirándome.

Los chicos rodaron los ojos y se fueron de la habitación dejando a Chloe sola. Chloe cerró los ojos e intentó dormirse pero no tuvo éxito. En menos de un mes le habían pasado demasiadas cosas: un oficial la ataca, otro la interroga y tortura, la manipulan mentalmente y finalmente ella le provoca una pesadilla real a una idiota.

Y eso sin proponérselo.

Tras varios minutos mirando el techo de la habitación decidió cerrar los ojos y respirar hondo. Demasiadas cosas ocupaban su mente y no sabía porque el profesor de Historia ocupaba parte de ella. Odiaba a ese hombre y claramente él a ella también... sin embargo, cuando la ayudó a calmarse notó un rastro de preocupación en sus ojos. ¿Por qué? ¿Que cosa provocaría que ese hombre se preocupara por ella? 

Tras varios minutos intentando aclarar su mente decidió dejarlo correr y  finalmente se durmió.

Soñó con el ataque de los policías a ese hombre. Soñó con el símbolo que representaba la rebelión humana. Soñó que todos los humanos se alzaban en contra de los vampiros y los licántropos por culpa de las desigualdades sociales. Soñó con la batalla: miles de muertes y familias destrozadas.

Un rayo de luz despertó a Chloe. Ésta apretó los ojos y los abrió. Aunque al principio tardó en acostumbrarse a la oscuridad, no tardo en darse cuenta de que no estaba en su habitación. Notó que estaba sentada e intentó levantarse pero unas cuerdas atadas a sus manos y sus pies lo impidieron. Empezó a moverse frenéticamente con el miedo ingresando a su cuerpo. Normalmente ella era más valiente pero ser la única humana entre cientos de vampiros pues daba un poco de miedo.

—¿Hola?—preguntó Chloe en voz alta pero nadie respondió. En vez de eso una figura negra apareció de entre las sombras—. Oye que se que estás ahí. Suéltame imbécil no tiene gracia.

La figura se rio y se dirigió a un extremo de la sala dónde había una pequeña lámpara sobre una mesa. La figura encendió la luz y Chloe se quedó sin habla.

Era Matt.

Estaba riéndose y acercándose a Chloe lentamente. Chloe miró a todos los lados buscando algo para defenderse pero se dio cuenta de que no había nada que sirviera. 

Entonces se dio cuenta de que estaba en la cabaña dónde hicieron la fiesta.

—Me temo que no estas en condiciones de exigir—dijo Matt olisqueando su cuello.

—Aparta mosquito—le dijo Chloe y Matt se rio en su oreja—. Suéltame o te pegaré tal patada en los huevos que te dejaré sin hijos.

Matt se apartó de ella y le enseño los colmillos.

—Muy bonitos—dijo Chloe—. Me alegra que vayas al dentista.

Entonces la puerta principal de la cabaña se abrió y Chloe vio por el rabillo del ojo como tres personas entraban en la sala. Chloe las reconoció solo con el perfume: Alice y las idiotas de sus amigas.

—Vaya, vaya—dijo la que no debe ser ni mencionada—. ¿Qué tenemos aquí?

—Como tenga que explicarte que es un humano me da a mí que estamos hasta mañana—dijo Chloe y Alice la cogió del cuello provocando que esta tosiera.

—Realmente eres un ser estúpido—dijo Alice—. Te dije que no te convenía meterte conmigo.

—Ni yo que te pudieras ese relleno—dijo Chloe—. Parece que tengas un bollo de nata desinflado.

Alice apretó más el agarre de Chloe y ésta empezó a notar como le faltaba el oxígeno.

—No la mates—dijo Matt—. Sería un problema.

—Los vampiros tenemos inmunidad ante los humanos—dijo Alice—. Nadie nos dirá nada.

—Los V4 sí—respondió Matt—. Y te recuerdo que los padres de Thomas forman parte del Consejo del Gobernador.

Alice soltó el agarre del cuello de Chloe y la híbrida empezó a toser.

—Voy a vengarme por todo—dijo Alice haciendo una seña a sus amigas que trajeron una botella de dos litros con algo rojo dentro.

Sangre.

—Atrás Satanás—dijo Chloe.

Alice sonrió y cogió de la cara a Chloe. La miró como si de un trozo de basura se tratará y le susurró al oído—. No intentes gritar porque nadie te oirá. 

Entonces Alice cogió y le abrió la boca a Chloe. Ésta intentó cerrarla pero el agarre de Alice era demasiado fuerte. No podía contra un vampiro como ella. La amigas de Alice abrieron la botella y se acercaron a Chloe. Chloe no pudo hacer nada cuándo notó cómo ponían la botella encima de su boca. Ni tampoco pudo hacer nada cuándo notó cómo empezó a caer la sangre. 

Chloe notaba como la sangre se acumulaba en su boca. No quería tragar. Ella quería vomitar. Le daba mucho asco la sangre y todo lo relacionado con ella. Cada vez entraba más sangre y supo que su cuerpo la traicionaría haciéndola tragar en cualquier momento. El olor a sangre inundaba sus fosas nasales lo que provocaba que sus ganas de vomitar aumentaran. Se movió frenéticamente en la silla buscando desesperadamente liberarse. 

Y entonces, su cuerpo la traicionó.

Y tragó la sangre de su boca.

Sentía como el líquido espeso bajaba por su garganta y como el sabor de la sangre inundaba su boca. Chloe miró fijamente a Alice que estaba disfrutando de la situación. Entonces cayó en la cuenta de algo.

La sangre sabía deliciosa.

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