catorce

1.3K 195 58
                                    

— ¡¿cómo pudiste olvidar buscar a sota?! — no contestó nada ante el sermón de su hermana, al contrario, rodó los ojos sintiéndose aburrido de tener que escuchar como lo fastidiaba, echándole la culpa de algo que ella tenía que hacer.

— no lo olvidé, mierda. se supone que tú debías pasar a buscarlo, pero en cambio te escabulliste con...con él. — sin importarle mucho que el pelinegro estaba a su lado escuchando todo lo que hablaban, lo mencionó usando un tono para nada amable.

— no seas malcriado. si te dije que me iría a casa de miyamura era justamente para que pasaras por sota, no para que te fueras por ahí.

— creo que ya es suficiente, kyoko. no quiero discutir contigo aquí. — se detuvo frente a uno de los pasillos parando también el paso de su hermana y miyamura y agregó. — es mi culpa, ¿sí? lo lamento, no volverá a ocurrir.

y simplemente se fue de ahí sin dejar que la castaña pudiera decir algo más, de todas maneras ella realmente no sabía qué decirle. tenía idea de por qué su hermano parecía estar tan enojado por algo que ya había sucedido antes.

— ¿qué le pasará? — murmuró hacia miyamura una vez lo perdió por completo de vista y suspiró mientras comenzaba a caminar siendo seguida por el más alto. — creo que sólo está enojado conmigo.

— hm...— él en realidad no quiso opinar mucho, porque no pensaba lo mismo que hori y creía que estaría mejor no entrometerse de más en temas de familia. pero no creía que el que estuviese errando fuera kyouka...y tampoco creía que estuviera enojado sólo con ella después de como se había referido a él. ¿estará enojado porque no lo acompañó?

«de todas formas...» mientras escuchaba sin prestarle mucha atención a la castaña, miyamura comenzó a adentrarse en su cabeza. pensando un poco de más. «...él debió haber pasado todo el día con sakura...con su novia. si me quedaba no sería nada más que un tercero y les estorbaría». pero aun así no podía evitar sentirse un poco mal por haberse ido.

— ¡kyouka! me enteré de lo de sakura y tú, ¡felicidades! — la de ojos rosas lo abrazó con fuerza sobre los hombros una vez entró corriendo al salón después de haber escuchado la campana sonar, y quizás hablando demasiado fuerte debido a la emoción.

— gracias...— murmuró y una vez se la quitó de encima continuó escribiendo algo en su cuaderno, tomando así la mirada confundida de la menor a su lado.

— ¿hm...? no te ves muy feliz para ser novio de la chica que te gusta. — no contestó, por lo que ella simplemente continuó, acercándose un poco al castaño para poder susurrarle sin que nadie en el salón escuchara. — ¿puedo hablar a solas contigo?

— ¿a solas? — asintió, sonriendo una vez consiguió su mirada. — ¿para qué?

— tengo algo muy, muy importante que hablar contigo. — ¿qué podía ser tan importante como para que no se lo dijera en ese momento? aun preguntándose qué sería lo que tenía que decirle, cerró su cuaderno dejándolo en la bolsa y se levantó dispuesto a seguir a la pelirosa. la cual, como siempre, lo guio hasta la azotea solitaria. aquel era el lugar en donde ellos siempre hablaban sin tener que temer que alguien más los escuchara.

— ¿me dirás ahora de qué se trata? — observando como ella cerraba la puerta, le volvió a cuestionar. la más pequeña simplemente le sonrió y tomó una de sus manos, llevándolo casi a rastras para que se sentara con ella en el piso.

— sakura cree que te gusta miyamura. — él no dijo nada, ni siquiera reaccionó. podía sentir como el suave aire veraniego le desordenaba el cabello y rozaba ligeramente su rostro.

— ya le dije que no es así. ¿cuándo te dijo eso?

— esta mañana cuando llegué. me dijo que estaba preocupada porque tus sentimientos hacia ella hayan cambiado...por eso quise preguntártelo yo misma. — se encogió de hombros una vez terminó, como si se tratara de cualquier cosa, y poco después continuó hablando. — ¿te gusta miyamura, kyouka?

hori 𖤐 miyamuraWhere stories live. Discover now