doce

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el fin de semana había pasado y ya era hora de volver a clases, sorprendentemente estos pocos días de descanso se habían ido en un abrir y cerrar de ojos para muchos. sobre todo para uno de los hermanos hori.

— ¿emocionado? — le preguntó con una sonrisa coqueta dibujada en el rostro mientras le daba suaves codazos. el menor la miró confundido, sin entender en absoluto su actitud.

— ¿por qué? — ella rodó los ojos ante la ignorancia de su hermano.

— ¡por sakura, idiota! hoy te dirá su respuesta...ah, el amor. — vaya, era cierto. con todo lo que había sucedido durante el fin de semana se le había olvidado por completo el hecho de la carta que le había entregado a kono. ¿qué le irá a decir? aunque lo rechazara, quería seguir siendo su amigo.

«debería importarme más saber si me va a rechazar...» y simplemente intentó no darle muchas vueltas a aquel tema hasta que no llegara la hora de hablarlo todo frente a frente con la peliverde.

— ¿y qué crees que te diga? — minutos después de haber terminado la primera clase, se desvió de la salida para tomar asiento a un lado de la mesa de miyamura. aprovechando que estaban solos en el salón de clases para contarle todo lo que había pasado con sakura.

— no lo sé...siempre hemos sido...amigos. o algo así. ambos somos más amigos de remi que uno del otro. — suspiró con pesadez antes de reposar su mentón sobre las palmas de sus manos, intranquilo. — ¿qué crees tú que me diga, izumi?

— hm...tampoco lo sé. — respondió con honestidad encogiéndose ligeramente de hombros mientras observaba distraído el pizarrón. — ¿piensas que te pedirá ser su novio?

— ¿su novio? — aquella pregunta lo había puesto sumamente nervioso de un momento a otro. no se había planteado algo como eso. pero era obvio; claro, después de confesársele, ¿qué pasaría después? era un despistado. — no sé... ¿qué hago si sí?

una vez más se encogió de hombros como respuesta antes de hablar.

— ¿aceptarla? es lo más obvio, creo...aún te gusta, ¿no? — vaciló antes de responder.

— sí...— "supongo" era lo que quería decir en realidad. pero le convenía más contestar más secamente para evitarse un interrogatorio de parte del pelinegro. — qué miedo...nunca he tenido novia.

escuchó como reía y sintió una de sus manos posarse sobre su cabeza, acariciando con suavidad su cabello.

— ella aún no te ha dicho que sí, kyouka. — sentir como sus dedos se enlazaban entre su cabello lo hacía sentir sorprendentemente más tranquilo. al parecer y después de todo lo único que necesitaba eran un par de mimos para calmarse.

— qué miedo...— repitió en un farfullo casi inaudible, cruzó sus brazos sobre la mesa y reposó su cabeza entre estos. intentando concentrarse más en los delicados toques de miyamura que en sus pensamientos desconcertados y estrepitosos. — ¿tú has tenido novia?

— ¿eh? ah...no...tampoco he tenido novia antes. — fue todo lo que le dijo; entonces no podría pedirle consejos al mayor en todo caso de que kono le diga algo como eso, estaba en problemas si se veía obligado a hablar con kyoko, en todo caso que no tenga a nadie más.

— ¿sabes, izumi?...tú sabes quién me gusta a mí...— de repente, levantó su cabeza de la mesa alertando un poco al mencionado, el cual simplemente se quedó paralizado con su mano entre el cabello castaño de kyouka. —...pero yo no sé quién es la chica que te gusta.

— sí...— fue todo lo que dijo, maldiciendo de todo en su cabeza. no contaba con que el menor le fuera a preguntar algo como eso de golpe como lo estaba haciendo ahora.

hori 𖤐 miyamuraWhere stories live. Discover now