Capítulo 22

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Elle Montaner

Mi mejilla está apoyada en el pecho de Derek cuando despierto... al parecer en algún momento de anoche me acerqué demasiado, debería apartarme pero está tan calientito que no quiero salir de aquí, puedo escuchar el latir suave de su corazón. Estiro mi brazo para abrazarlo, él está durmiendo aún, ¿le molestará que lo abrace? Espero que no porque necesito un abrazo. No debí decir todas esas cosas por la noche, pero confío en él.

Espera, ¿qué estoy haciendo?

Me aparto, incorporándome, no puedo hacer esto, no puedo acurrucarme con Derek, él tiene novia... Dios, anoche le pedí que se quedara siendo consciente de esto. Yo estaba llorando y teniendo pesadillas obviamente se iba a quedar por lástima y luego le conté esas cosas... Me cubro la cara con ambas manos, estúpida, estúpida.

"Yo lo amaba aun cuando era un monstruo"

No, nunca debí decir eso, nadie puede saber que mi hermano estaba enfermo, ¡nadie! Su muerte fue vista como suicidio por todos, como un acto de defensa propia por la policía y como algo de lo que no debemos hablar jamás por mamá.

Tuve suficiente con Aleksander ayer, no quiero recordar el pasado.

De pronto Derek se mueve en la cama y su peso hunde el colchón, mi corazón bombea rápido al ver como abre los ojos y lo lindo que luce recién despertando.

—Hola —saluda y un hormigueo recorre mi estómago al oír su voz mañanera—. ¿Dormiste bien?

Sí, la verdad demasiado bien.

—Sí... —Me aparto levemente—. ¿Y tú?

—Bien también.

Las sábanas se sienten cálidas, hay una distancia clara pero obviamente estamos juntos en una misma cama y eso me pone con los nervios de punta.

—¿Estás nerviosa por tenerme aquí? —pregunta y asiento—. Tranquila, nunca intentaría nada contigo.

Sonrío con la boca cerrada bastante incómoda y dolida pues la verdad sonó como si le repugnara o ni siquiera pasara por su cabeza verme de manera sexual. Y si, es cierto que me asusta lo sexual hasta cierto punto, pero... me gustaría que lo intentara, me gustaría sentirme sexy y deseable, ¿es raro eso?

Me quedo mirando mis manos un segundo en el que Derek me observa en un incómodo silencio.

—Mejor me voy, si tu mamá me encuentra aquí no solo me despedirá, me matará —dice saliendo de la cama.

Me hace sentir mejor no tenerlo en mi cama pero aún así no quiero que se vaya de mi lado.

—Mamá no llegará aún, hablamos ayer por llamada y me dijo que estaba ocupada, ¿tienes hambre? Podríamos tomar desayuno.

—Sí, tengo hambre.

De pronto desde mi baño sale Brownie, moviendo la cola y viniendo a saludar.

—Eres un perro muy dormilón, ¿verdad? —Acaricio sus orejas y lo dejo lamer mi mano.

Dura poco a mi lado porque en cuanto ve a Derek se va con él. Esa pequeña bola de pelos marrones es un traidor.

—Reconoce a su papá, ¿ves? —Derek señala a Brownie todo emocionado.

Luego de un rato bajamos hasta la cocina, por suerte mamá nunca ha contratado una cocinera o algo así para la casa, la cocina es mía. Y odio que hagan comentarios machistas al respecto pero no puedo evitar que me guste cocinar, realmente amo mucho hacerlo. Preparo hot cakes y Derek me ayuda, es una sensación extraña estar compartiendo este momento con él, pero me hace sentir feliz.

Devilishly Sweet [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora