🎃 Décimo Octava Noche 🎃

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Hola! Ayer me di cuenta de qué los emojis de calabacita qué puse ayer cómo separador, se pasaron del límite de la línea. Publiqué desde la tablet porque mi celular había muerto y ya se acercaba la hora de publicar :'D pidoperdon.

También, cuando quiero responder los comentarios que dejan, me marca error :( no sé si necesitaré desinstalar la app o así :'( lamento los inconvenientes.

Disclaimer: Tokyo Revengers y sus personajes no me pertenecen, son de Ken Wakui.

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Pah'chin realmente creía que sólo a personas específicas, les pasaban cosas paranormales. Se conocía lo suficiente para saber qué, si llegara a pasarle algo de esa índole, no se daría cuenta.

Pero, extrañamente, a la gente que era cercana a él si le ocurrían. A lo mejor, llamaba a la mala suerte. O todo lo contrario, podía esquivar ese tipo de cosas gracias a alguna deidad protectora. No quería meditarlo mucho, sólo sucedía y ya.

Tenía varias amistades fuera de la ToMan, gracias a la posición social y económica de su familia. Se unía a las burlas que sus amigos le hacían al novio de Angry por ser el "niño rico", cómo le decían. Pero todos ahí, sabían que Pah también entraba en esa categoría.

Afortunadamente, el que naciera en cuna de oro, no fue impedimento para poder ser parte de las mejores amistades y fundador de la ToMan junto a Mikey y los demás. Él poseía algo más valioso, amistades sinceras.

Pah y Peh llegaron al bosque, con varias chucherías que pasaron a comprar antes. Esos dos eran inseparables, desde el momento en el que se conocieron en aquel colegio dónde una bully se aprovechaba de Peyan, hasta sus días de gloria en la ToMan.

Saludaron a todos, Pah le entregó unos Taiyakis a Mikey y se sentaron frente al fuego.

—Hidekki-san, me contó una historia hace poco, seguro a los catlovers presentes les va a encantar— sonrió maliciosamente y continuó— Era una noche fría, cuando cerca de la ventana de Ichiro maullaba un gato; el chico se levantó rápido y en silencio, no quería que sus padres lo escucharan porque planeaba meter al pobre animal en su habitación, y así lo hizo, después se las arregló para mantenerlo en secreto por varios días.

Pronto ganó confianza, y se movía tranquilamente por la casa cuando no había nadie; un par de días más, empezó a hacerle travesuras al padre de Ichiro, se escondía por los rincones, rasguñaba las puertas cuando estaba solo, y un día simplemente arañó toda su ropa.

El señor entonces explotó al descubrir al animal, quería matarlo y fue detrás de él, Ichiro suplicaba por la vida del pobre gato, pero solo se ganó el encierro, cuando el señor estaba a punto de golpearle con un palo, los ojos del felino brillaron, tomó forma humana e hizo una pregunta: "¿Matarme una vez no te basta?" El cuerpo del padre de Ichiro tembló tanto que ni siquiera pudo seguir sujetando el palo, había reconocido la voz perfectamente, pertenecía a su compañero de parranda, al que había propinado un golpe de muerte durante una pelea.

Apenas la figura salió de la sombra, pudo comprobarlo, era el mismo, pero en forma de espectro. Por quién sabe qué tratos truculentos, había logrado volver a este mundo para obtener su venganza, pero él no quería dañarlo, no físicamente. Sólo quería hacerle saber que estaba cerca, que miraba cada uno de sus movimientos, que habitaba su casa, y que se había convertido en el mejor amigo de su hijo.

Lo torturaría día tras día, robaría su sueño por las noches, hasta que simplemente no pudiera más.

—¿Están seguros de que su gato, es realmente su gato?— Peyan remató para darle más peso a la historia de su mejor amigo.

Baji, Kazutora y Chifuyu, tragaron saliva. Aunque sabían qué no le habían hecho nada realmente malo a nadie, vigilarían muy de cerca a Peke J.

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Estoy muy agradecida por las lecturas, votos e interacciones qué han tenido con esta historia. Me alegra el corazón.

Mil gracias por leer, les amo 💖

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