Capítulo 35

5.2K 719 519
                                    

Nada es más seguro que el sonido de tu voz leyendo en voz alta para mí.

Nada es más seguro que el sonido de tu voz leyendo en voz alta para mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Era domingo, y además estaba nublado. Era un clima agradable.

Kusuo estaba en una forma poco particular, en vez de caminar en dos piernas caminaba en cuatro patas.
Su cabello rosa era reemplazado por un suave pelaje blanco.

Era un gato. Estaba así por un problema con Amp, nada de que preocuparse, ya lo había solucionado. Aunque aún tenía que esperar una hora y media para volver a su forma humana.

Cuando cambiaba a una forma que no era humana, era un poco difícil controlar sus poderes, pues su masa corporal ya no era la misma. Por ello, ahora se encontraba caminando por las calles, no estaba seguro de usar su teletransportación. Si se teletransportaba a casa, existía la posiblidad de hacer que más de una pared se cayera, y no quería lidiar con eso.

Por ahora, seguiría como un gato hasta llegar a casa.

Casi lo lograba, solo tenía que cruzar dos calles más.

Mientras pasaba por la primera, escuchó como un automóvil comenzaba a derrapar contra el asfalto, dirigiéndose directamente a él.

Sin ninguna opción, debía usar su teletransportación. O eso iba a hacer, pero un segundo antes, percibió que alguien se acercaba velozmente por detrás.
Lo último que sintió fueron dos manos tomarlo y elevarlo, sacándolo de la carretera.

Se mantuvo quieto, su estado actual podría hacer que la persona que lo había tomado saliera herida si trataba de apartarse, pues, como repetía, no podía controlar muy bien sus poderes cuando se transformaba en algún animal.

—Tranquilo, ya estás a salvo.

Esa voz.

No, no puede estar pasando otra vez.

Estaba nublado, Koemi podría haber disfrutado mejor ese día si tan solo no estuviera enferma.

Con una mascarilla puesta, salió a comprar medicina en una farmacia cercana a su casa.

Salió a comprarla porque sus padres no estaban en casa, habían asistido a la boda de un viejo amigo.
Y aunque ellos insistieron en quedarse para cuidarla, ella fue la responsable de hacer que asistieran, alegando que era importante que fueran, pues no habían visto a su amigo desde que se mudaron a Okinawa.

Tampoco vería a Chisato, como lo haría normalmente un domingo, pues odiaba la idea de contagiarla a ella o a sus hermanos.

Porque si debía elegir, escogería enfermarse y sufrir las consecuencias a que alguien a quien ama lo hiciera.

𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉Where stories live. Discover now