Capítulo 31

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Koemi miraba con preocupación a la chica que acababa de entrar a la clase

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Koemi miraba con preocupación a la chica que acababa de entrar a la clase.

Estaba herida y su uniforme estaba hecho un desastre, dijo que había tenido un accidente de camino a la Academia.

Suzumiya Hii; una chica nueva en la clase 2, un poco tímida y de tierno cabello verde.
Era interesante estar cerca de ella, pues ocurrían cosas raras.

En una ocasión, Suzumiya pidió prestado un lápiz a Koemi, dijo que todos sus lápices se habían quemado por un descuido.
Pero, a los pocos minutos de tomarlo, el lápiz se rompió misteriosamente.
Eso no impidió que Koemi le diera otro lápiz.

Kusuo se había enterado de esta chica gracias a Toritsuka, que hizo un escándalo al contárselo.

Luego de casi morir y que Saiki creyera que esa chica en verdad poseía algún tipo de poder que la hacía tener mala suerte, se enteró que Koemi interactuába con ella.

Creyó que si ella mantenía una normalidad parecida a la de Satou, todo estaría bien pues eso contrastaría la mala suerte.

Y fue así... más o menos.

—¡Ah! Perdón Hirai, no fue mi intención —Suzumiya sostenía los restos de lo que había sido una lata de soda.

—No te preocupes, no es la primera vez que me pasa —Koemi trataba de limpiar su falda con un pañuelo.

—¡De verdad los siento! —Suzumiya se agachó para ayudar a limpiar la falda con su pañuelo.

—Tranquila, no es tu culpa, no sabías que la soda explotaría por el gas comprimido —ella le sonrió en un intento de calmar a la chica.

Habían pasado algunos días así, en los que Koemi pasaba algunos momentos de "mala suerte".
Una vez, durante la clase deportiva, estaban conversado, cuando de repente una pelota de béisbol salió de la nada e iba directo a Suzumiya, Koemi logró atraparla, pero al ver sus manos, se dió cuenta que estaban rojas por la fuerza con la que impactó la pelota.

—¿E-estás bien? Gracias por atraparla, ¡Pero mira tus manos! —ella corrió hacia una botella de agua y mojó un pequeño pañuelo para pasarlo por sus manos.

—No es nada, prefiero que sean mis manos, la pelota iba con mucha fuerza, pudo lastimarte más a ti.

Pasó una semana, y cada vez que Suzumiya estaba cerca de Koemi algo malo le pasaba.

No fue hasta que Aiura se dió cuenta de este problema gracias al mismo escándalo de Toritsuka.

—¡Saiki! —gritó Aiura desde la mitad del pasillo.

Kusuo siguió caminando.

—¡Oye! ¡Saiki! ¡Detente! —ella se acercó apresuradamente a él y comenzó a hablar mientras le seguía el paso.

𝐶𝑎𝑓𝑒í𝑛𝑎〈𝑆𝑎𝑖𝑘𝑖 𝐾𝑢𝑠𝑢𝑜〉Where stories live. Discover now