𝘁𝗵𝗶𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻 | 𝗶𝘇𝘇𝘆'𝘀 𝘄𝗲𝗱𝗻𝗲𝘀𝗱𝗮𝘆.

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CAPÍTULO TRECE;MIÉRCOLES DE IZZY

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CAPÍTULO TRECE;
MIÉRCOLES DE IZZY.

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JAMES BUCHANAN BARNES RESOPLÓ cansado mirando a su alrededor. Sus ojos pesaban. Odiaba estar ahí pero por obvias razones asistía aunque no quisiera. Ir al terapeuta teniendo 106 años era algo que nunca en su vida hubiera visto venir.

Por alguna razón no se sentía con tanto ánimo como habitualmente sucedía, además de que estaba exhausto por haber salido a correr durante una hora junto con Artemis Jones esa misma mañana. Combinar esas dos cosas, luego de correr sin parar y luego venir a hablar sobre sus traumas, le parecía algo aburrido.

—Entonces, Sr. Barnes, ¿aún tienes pesadillas?

La voz de la Dra. Raynor lo hizo volver a la realidad. Haciendo que quitara su mirada de la ventana en la habitación en que se encontraba y fijara sus ojos azules en la mujer a unos metros suyo por unos segundos, pero sin embargo no respondió nada, solo volvió a apartar la mirada fijandola esta vez en el suelo.

—James, te hice una pregunta, –volvió a hablar, —¿Aún tienes pesadillas?

—No, –contestó finalmente.

—Hemos hecho esto tantas veces como para saber cuando mientes. Pareces un poco apagado hoy, ¿pasó algo recientemente?, ¿algo con Artemis?

Sí, la vi llorar como nunca y aún no lo puedo superar, aun así cuando ni siquiera fui yo.

—No.

—Eres un civil ahora. Dado a tu historial el gobierno quiere asegurarse que tu no vas a... –hizo una señal con su mano simulando un movimiento de lucha. Bucky asintió dándole a entender que comprendía a lo que se refería, —Es otra parte de tu indulto. Así que cuéntame tu más recientemente pesadilla.

—No tuve ninguna pesadilla.

La Dra. Raynor apretó los labios y suspiró pesadamente. Sin decir nada tomó uno de sus bolígrafos y comenzó a escribir en la libreta que estaba apoyada en sus regazos.

—Oh vamos, ¿enserio? ¿Harás lo de la libreta de nuevo?, –protestó James cuando notó las intenciones de su terapeuta, —Es pasivo-agresivo, –murmuró.

—No hablas. Yo escribo.

—Está bien, está bien, –asintió soltando un suspiro pesado, —Ayer taché un nombre de mi lista para hacer las paces, –comentó el pelinegro, —Descuida, usé tus tres reglas. La senadora Atwood: fue un peón de HYDRA durante años. La ayudé cuando era el Soldado del Invierno. Y al disolverse HYDRA, ella siguió abusando del poder que le di.

—Entonces, regla número uno: no hagas nada ilegal.

—Solo le di información a la asistente para condenarla. No participé en nada más.

HEARTS OF GLASS ↻ bucky barnesWhere stories live. Discover now