ANTE-ÚLTIMO CAPITULO

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*Narra Dante*Prendía y apagaba mi celular cada cinco minutos, mi hijos estaban en el fondo de pantalla con esta imágen

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*Narra Dante*
Prendía y apagaba mi celular cada cinco minutos, mi hijos estaban en el fondo de pantalla con esta imágen. Más allá de la tecnología y la cantidad de fotos que iba a sacarles por el resto de mi vida, estaba completamente feliz de cómo estábamos llevando las cosas con ellos.
No era un turno por noche que repartíamos para hacernos cargo de ellos, sonó que todas las noches, en todo momento, los dos atendíamos a Isabella y Lucas. Lloraban desconsolados, no es busca del pecho de Simona, sino que los brazos de ambos padres. Estábamos agotados, fuese uno o fuesen tres, íbamos a no dormir nada ninguno de los dos.

TIEMPO DESPUÉS...

Simona
¡Tíos! -abre la puerta con Lucas en brazos-

Lula
¡Hola! -rie y acaricia las mejillas de Lucas- Trajimos a Emilia para que conozca oficialmente a sus primos.

Dante
-se acerca a la puerta con Isabella en brazos- ¡Ey! Romeo, Lula... Pasen.

Romeo
-pasa último y cierra la puerta- Prestame a mi sobrina.

Dante
Obvio. -se la pasa con cuidado-

Romeo
Isabella... Que hermosa sos. -acaricia las manos de la bebé-

Simona
¡Que felicidad tener a Emilia en nuestra casa!

Lula
No veía la hora de traerla, y no aguantaba más estar en ese hospital, ¡quería estar acá con ustedes!

Dante
Nosostros también estábamos esperando la visita de Emilia. -sonríe y se acerca- ¿Puedo cargar a mi sobrina?

Lula
Obvio Dante, tenela. -se la pasa a sus brazos con una gran sonrisa-

Dante
Es hermosa, igual al tío.

-todos ríen-

Romeo
¿Y ya tienen los padrinos?

Simona
Negociamos que Dante decida los de Isabella y yo los de Lucas.

Lula
Eso me parece perfecto, nosotros ya sabemos quiénes van a ser los padrinos de Emi.

Dante
¿Sí? -sorprendido- ¿Podemos saber?

Lula
Antes de que naciera, Romeo tenía a su padrino pensado, yo elegí como madrina a mi mamá.

Simona
-mira a Romeo- ¿Quién es el padrino de Isabella?

Romeo
-mira a Dante- Sin pensarlo dos veces, Dante es su padrino.

Dante
¡¿Qué?! Que emoción, gracias, no lo puedo creer. -sonríe emocionado-

Lula
Sabíamos que era uno de tus sueños.

Romeo
-rie- ¿Y los padrinos de mis sobrinos?

Simona
De Lucas, sus padrinos son mi mamma y mi papá. -sonríe-

Dante
Yo estaba en dudas, no quería que mi viejo se perdiera de la oportunidad de ser padrino, pero nosotros prometimos ser los padrinos de nuestros hijos, así que los puse a los dos.

Simona
Pensábamos que iba a verse medio raro, pero después de todo ni siquiera los padrinos tienen género en específico, y son ustedes, Dante eligió muy bien.

Romeo
-sonríe- Gracias hermano, me cumpliste un sueño. Ser padrino de mi sobrina es lo mejor que me podría pasar, vos sabés que siempre voy a estar, con los dos en todo momento.

Simona
-sonríe y mira a los hermanos-

Lula
Son elecciones perfectas, cada uno decide lo que siente, y creo que se la re jugaron.

Simona
Estábamos en la misma, mi papá también merece una oportunidad en esto.

Romeo
Es cierto, todos merecemos una oportunidad más de vez en cuando.

Dante
-mirando a Emilia- No hay ninguna duda sobre eso.

*Narra Dante*
Se quedaron a cenar y festejamos los meses de nuestros hijos. Habían nacido el mismo día pero con un mes de diferencia, Lucas e Isabella nacieron un 14 de Agosto, en cambio Emilia, nació el 14 de Septiembre. Ya estábamos en Noviembre.
...
Días más tarde, paseamos a los mellizos por todos lados, siempre y cuando teniendo sus precauciones debido a que tenían solo tres meses y algunos días.
Ailín y Agus no los soltaban, estaban embobadas y se ofrecieron a ser niñeras por si lo necesitábamos en alguna ocasión. Simona y yo asentimos, pero nos miramos cómplices al saber que nunca pasaría, éramos padres primerizos y lo que menos pensábamos hacer era dejarlos con alguien más.
Después, Junior sostuvo a los dos y se sacó casi cuarenta fotos. Las subió a todas las redes y Blas lo retaba: "Aprovechá a tus sobrinos, no los andes presumiendo". Simona solo se reía y se posicionaba al lado de Blas, los dos con brazos cruzados, con una mirada intimidante de sobreprotectores. Yo me reía, sabía que Simona había visto las miles de fotos que yo también le había sacado a los nenes.
Más tarde pasamos por la casa de la madrina de Lucas, sonrió al ver entrar a sus nietos por la puerta, nuestros hijos reían al ver a Rosa. Eran sus primeras risitas en tres meses y llorábamos como nabos los dos. Chipi estuvo más que encantada y nos enseñó que en el lugar de la cama de Simona, se posicionaban dos cunas por si algún día los mellizos se quedaban a dormir.
Nos quedamos hasta tarde ahí, y nos dimos cuenta que terminamos cenando en la casa de Rosa. Piru llegó después muy emocionado, sabiendo que sus (también sobrinos) estaban de visita... Otro más que se apuntaba a la lista de niñeros, no podía dejar de mirarlos, de acariciarlos y amacarlos a penas soltaban una pequeña molestia.
...
Volvimos a casa muy cansados, habíamos literalmente recorrido las casas de nuestra familia, habíamos hablado por teléfono que iríamos al día siguiente a la mansión Guerrico para almorzar y pasar todo el día. Diego planeó un asado y una junta en grande, todos iban a estar ahí, inclusive nuestros papás biológicos, a Simona y a mí nos emocionaba saber que por fin se entendían entre todos y se llevaban bien.
Pensábamos que el nacimiento de tres bebés había unido a la familia, había borrado todos esos malos recuerdos para empezar a crear otros, y había (más que nada) sanado heridas.
...
Acostamos a los bebés después de su leche nocturna, comimos, nos bañamos y fuimos a dormir abrazados. Ansiosos y listos para el próximo día en familia, todo lo que para nosotros estaba bien.

Nuestro Pequeño Infinito [TERMINADA]Where stories live. Discover now