"Lucas"

110 6 3
                                    

*Narra Simona*
Unos días después, todo era igual. Dormir, despertar, comer y volver a dormir. Diego venía a revisarme por la mañana y muy pocas veces a la tarde. Estaba demaciado aburrida y me sentía muy encerrada, decidí hablar con Chipi y la mamma para irme al hogar en dónde había estado, era el único lugar en donde podía encontrarme y pensar en mí.
No estuvieron de acuerdo al principio, después quisieron acompañarme, pero finalmente un taxi me dejó en el hogar y pude liberarme un rato.

Ana
¡Simona! ¿Que hacés acá?

Simona
Hola Ana. -la mira- Pasaba por acá para...

Ana
Ey tranqui, podés venir cuando quieras, ya sabés.

Simona
-sonríe un poco-

Ana
Pero yo pensaba que estabas en el hospital, por el accidente que tuviste.

Simona
Ah, sí, pero hace poquitos días me dejaron salir.

Ana
¿Y cómo estás?

Simona
Bien.

Ana
Ese bien me sonó a un... "nada bien."

Simona
Estando dormida me pasaron muchas cosas, incluso aunque no me podía mover, sentí que estaba viviendo mi vida.

Ana
-se sienta al lado de ella-

Simona
Y de repente me desperté, y me dí cuenta que todo fue un sueño.

Ana
-acaricia su hombro- No te preocupes, quizás todo lo que te pasó estando dormida, algún día se va a hacer realidad.

Simona
Lo peor es que yo pensé que ya era real.

Ana
Vos no te preocupes, te aseguro que cuando amás y soñás con todo el corazón las cosas pasan, y se cumplen los sueños.

Simona
-asiente con la cabeza- Gracias.

Ana
De nada, sabés que siempre voy a estar acá por si necesitas algo.

Simona
Sí. -sonríe- ¿Me puedo quedar acá por hoy?

Ana
¡Sí! Ahora le digo a las chicas que te preparen el cuarto.

Simona
Okey.

Ana
-sonríe y se va-

*Narra Simona*
Las palabras de Ana realmente me habían alentado a sonreír un poco, quizás no todo era tan malo y puede que tenga razón.
Elegí quedarme por hoy para poder sentir de nuevo lo que sentí cuando era chiquita: era feliz, podía imaginar y soñar cosas sin sentido pero que me hacían sentir que todo era real.
Mientras me perdía en mis pensamientos, un nene apareció ante mis ojos, sonrió y se sentó en el banquito al lado mío.

Simona
¡Hola! ¿Cómo te llamás?

Lucas
Hola, me llamo Lucas.

Simona
¿Lucas? Es un nombre hermoso.

Lucas
-sonríe- Gracias, ¿Cómo te llamás vos?

Simona
Yo me llamo Simona.

Lucas
Me gusta tu nombre, es muy lindo.

Simona
Gracias, mi mamma lo eligió para mí.

Lucas
Yo no tengo una mamma.

Simona
-lo mira triste- No te preocupes, te prometo que vas a encontrar una.

Lucas
¿También un papá?

Simona
Sí, también.

Lucas
¿Que estás haciendo acá si tenés mamá?

Simona
Yo... Vine porque acá estuve hace tiempo, es un lugar lindo que me gusta mucho y me encanta venir.

Lucas
¿Venís a ver a los niños?

Simona
Sí, también vengo a verlos.

Lucas
-sonríe-

Simona
¿Cuántos años tenés?

Lucas
Siete.

Simona
Uf, sos muy grande para tener siete, ¿estás seguro? -sonríe-

Lucas
¡Sí!

Simona
¿Cómo sabés que tenés siete?

Lucas
Porque hace siete años mis papás Simona y Dante me dejaron acá.

Simona
-deja de sonreír-

Lucas
Vos te llamás como mi mamá de verdad.

Simona
Seguro estás confundido...

Lucas
No. -se va corriendo-

*Narra Simona*
El hecho de haber escuchado eso, fue más que suficiente para completar la tristeza más gigante por la que estaba atravesando. ¿No es demasiada coincidencia?
...
Esa noche cené con Ana y otras chicas del hogar, me dijeron que estaba enorme y que era muy hermosa. Todas iban a estar a disposición de lo que necesitara, así que me retiré de la mesa y subí a la habitación preparada. Entré, me puse el pijama y me acosté. De tanto pensar en lo que había dicho ese nene, me empezó a doler la cabeza otra vez, hasta que por fin quedé dormida.

Nuestro Pequeño Infinito [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora