Nuestro Pequeño Infinito [TERMINADA]

"Despedida de soltero"

*Narra Dante*
Ya era sábado y estábamos festejando la despedida de soltero de Romeo.
Todos estábamos juntos, hasta trabajando, porque también atendíamos clientes. Incluso estaban Piru y Mateo.

Romeo
No lo puedo creer todavía... me voy a casar.

Mateo
¿Estás feliz? Me imagino que sí.

Romeo
Sí, por fin estoy realmente felíz.

Dante
-sonríe-

Romeo
Pasaron muchas cosas que aunque sean inolvidables, nos enseñaron mucho y me quedo con eso... con lo que aprendí.

Junior
La verdad que sí, yo hasta por poco me escribo un libro.

Blas
"La vida de Romeo y sus quilombos" -siguendo el juego de Junior-

-todos ríen y beben-

Romeo
Me peleé por una mina con mi hermano y hoy me estoy por casar con alguien a quién amo realmente, ¿que loca la vida, no?

Piru
Bueno, esta noche brindemos por eso.

Mateo
Festejemos por lo que fue, por lo que es y por lo que será.

*Narra Dante*
Pasaron las horas... había música, estábamos bailando y tomando, aunque nos controlábamos.
Cerca de las once y media de la noche, recibí un llamado de Lula, me pedía que fuera a buscar a Simona porque no se encontraba del todo bien.

Dante
Yo los tengo que dejar.

Romeo
¿Por qué?

Dante
Simona.

Junior
Uh, ¡el gobernado este!

Dante
Esto es encerio Junior, está mal.

Blas
Bueno dale, andá, yo me ocupo de todo.

Dante
Gracias. -abraza a Romeo- Terminen de festejar.

POR EL LADO DE SIMONA...

Chipi
¿Que hacemos?

Lula
Ustedes vallan si quieren, yo me quedo con ella.

Javiera
Mejor vallan todas, descansen que fue una noche larga. Yo me quedo con Simona.

Lula
¿Segura?

Ailín
Nos podemos quedar...

Javiera
Prefiero que vallan a casa, Lucrecia termina de limpiar y yo me quedo con ella.

Chipi
Bueno, gracias. -agarrando sus cosas- Nos llaman cualquier cosa.

Javiera
Si, no hay problema.

-todas las chicas se van-

Javiera
Simona, ¿te sentís bien?

Simona
Estoy bien.

Javiera
¿Querés tomar agua?

Simona
Un cafecito, Musso.

Javiera
Lucrecia, hacé un café para Simona por favor.

Lucrecia
Sí, ya vuelvo. -se va-

Simona
¡Gracias Lu! -grita-

Javiera
Sh, Simona no grites.

-suena el timbre-

Simona
Seguro es Dante. -se intenta levantar y Javiera la detiene-

Javiera
Vos te quedás acá, yo voy a abrir. -va hasta la puerta y la abre- ¿Fernando?

Fernando
Sí, disculpame la hora, pero Diego me encargó que trajera esta carpeta importante.

Javiera
Sí, pasá.

Fernando
Gracias. -entra y ve a Simona- ¿Simona?

Simona
-lo ve- ¿Que hacés acá?

Fernando
¿Cómo estás?

Simona
Javiera, ¿que hace este chabón acá? -se levanta y camina hasta Fernando- ¿Vos lo llamaste?

Javiera
No, vino a dejar unas cosas.

Fernando
Ya me voy, pero que lindo verte otra vez.

Simona
¿Lindo? Yo te dije que no te quería ver más, ¿te acordás?

Javiera
Simona, ahora no... -se le acerca-

Simona
No Javiera, él ya lo sabe. -mira a Javiera y después a Fernando- Vos a mí me dejaste sola y abandonada, nunca me quisiste ver porque sino hubieras vuelto, así que no digas que es lindo volverme a ver.

Fernando
Simona, las cosas no son así.

Simona
Sí, son así. -lo señala- Vos me decepcionaste. ¿Vos te imaginas todos los cumpleaños por los que pasé, en los que deseaba tener a mi papá?

Fernando
-la mira triste y con lágrimas en los ojos-

Simona
Porque yo tenía a mi mamma, pero deseaba tener un papá. Y nunca llegaste... nunca me llamaste, no recibí cartas, no tenía fotos, ni un solo mensaje. ¿Vos no pensabas en mí?

Fernando
Todo el tiempo pensaba en vos, yo... yo quería volver.

Simona
Ah, ya sé... me vas a decir que tenías miedo de ir a la cárcel porque todos creían que habías matado a mi mamá.

Fernando
Perdoname.

Simona
Yo hubiera dado mi vida entera por verte a vos, ¿pero vos no entrarías a la cárcel por haber luchado por mí?

-llega Dante-

Dante
¡Simona! -se acerca enseguida y la agarra de los brazos-

Javiera
Llevala a casa, va a ser lo mejor.

Dante
¿Que pasó? -mira a Fernando-

Fernando
Nada, vine a dejar esto y me voy. -le da la carpeta a Javiera- Chau.

Simona
¡¿Y te vas otra vez?! -le grita llorando-

Fernando
-se queda quieto dándole la espalda- Me dijiste que no me querés ver.

Simona
Entonces te vas y me abandonas como cuando era chiquita... claro, para vos lo más fácil te conviene, ¿no?

Dante
Basta Simona, vamos a casa.

Fernando
-camina hasta la puerta y la abre para irse-

Simona
-intenta acercarse y Dante la detiene- ¡Cruzás esa puerta y a mí no me ves nunca más en tu vida!

Dante
¡Simona!

Simona
-se aleja de Dante- Dejame en paz Dante, ¿no te das cuenta? Soy un desastre, soy un quilombo, no tendrías que estar acá.

Dante
No digas eso, vamos a casa.

Simona
Me tendrías que abandonar como hizo él. -señala a Fernando-

Dante
-la agarra de los brazo de vuelta y la empieza a llevar hasta la puerta-

Javiera
¿Tenés las llaves del auto?

Dante
Sí Javiera.

Simona
¡Dante, no! Tengo muchas cosas para decirle.

Dante
Se las decís otro día.

Fernando
Estás mal, hija, hacele caso a él.

Simona
¡No soy tu hija! Y vos nunca vas a ser mi papá... jamás, ¿te quedó claro?

*Narra Dante*
Cargué a Simona en el auto y le puse el cinturón. Me subí y empezé a manejar; la miraba a cada rato y estaba llorando, destrozada. Empecé a creer que el alcohol no solo te hacía hablar boludeces, hacía que tu lado más destruido fuera más fácil de ver. Simona estaba realmente mal, y haber tomado tanto la había ayudado a sacar toda esa ira que tenía adentro.