Nuestro Pequeño Infinito [TERMINADA]

"Creer que es posible"

*Narra Simona*
Quise retroceder un poco, pero sonrió al verme y en ese momento me acordé de todas las cosas que habían pasado entre nosotros; de lo que habíamos sufrido. Y antes de que pudiera decir algo, Romeo se acercó y me abrazó.

Romeo
Hola...

Simona
-corresponde al abrazo-

Romeo
No sabía si venir o no, ¿te molesta? -se aleja y la mira-

Simona
-niega con la cabeza-

Romeo
¿Qué pasa?

Simona
-queda mirándolo a los ojos sin decir nada-

Romeo
Está bien, no tenés que explicarme nada a mí, vine a verte porque necesito que hablemos. ¿Nos sentamos?

Simona
-asiente con la cabeza-

Romeo
-agarra la mano de Simona y la lleva a que se sienten en el banco bajo un árbol-

Simona
-sonríe un poco-

Romeo
No quería molestarte, yo sé que estás pasando por un momento difícil.

Simona
Estoy bien.

Romeo
-la mira y sonríe-

Simona
Estoy sorprendida por tu visita.

Romeo
Me imaginé. -rie- ¿Esperabas a alguien más?

Simona
No esperaba a nadie.

Romeo
Bueno.

Simona
Pero me alegra que hayas venido, extrañaba hablar con alguien de la familia.

Romeo
-sonríe- ¿Cómo estás vos?

Simona
Descansé un poco quedándome a dormir acá anoche, este lugar siempre me hace pensar en muchas cosas, pero sobretodo en mí. Por el momento me pasan muchas cosas por la cabeza que ni te imaginás...

Romeo
Por eso estoy acá, para que me cuentes.

Simona
¿Vos de qué querías hablarme?

Romeo
Ah sí, de... -piensa- Dante habló conmigo y me dijo lo que le dijiste en el hospital, sobre esa otra vida que habías tenido.

Simona
Sí, fue una pavada.

Romeo
No es una pavada, me dijo que te vió como si de verdad estuvieras atravesando algo más que el accidente.

Simona
Estoy muy triste por eso Romeo, no tengo ganas de hablar del tema.

Romeo
Pero hablemos de eso, ¿con quién lo vas a hablar sinó?

Simona
No sé, pero no tengo ganas.

Romeo
Te hace mal, yo sé que te pone triste y demás, pero te prometo que sí me lo contas te va a hacer bien.

Simona
-suspira-

Romeo
Simona...

Simona
Fue todo un sueño me dijeron, y aunque me cuesta pensar que en realidad no pasó, puede que sí... Que solo haya sido un sueño.

Romeo
¿Qué fué un sueño?

Simona
Mi vida llena de felicidad, mi familia, mis amigos, Dante... -se le llenan los ojos de lágrimas- Nada fue real.

Romeo
-acaricia su hombro- Tuve un sueño raro y por eso vine a verte.

Simona
-resuena la nariz- ¿Que sueño?

Romeo
Dante y vos estaban casados, vos estabas embarazada de un nene, vivían en una casa... nuestras vidas eran completamente distintas porque habíamos crecido y entre todos no existía más que cariño.

Simona
-lo mira sorprendida- Es lo que viví.

Romeo
¿Qué?

Simona
¡Romeo! -sonríe- Es lo que yo viví, es esa otra vida que yo estaba teniendo, y de repente me desperté en un hospital.

Romeo
¿De verdad me decís?

Simona
¡Sí!

Romeo
Entonces... ¿porqué soñé con la vida que viviste en tus sueños?

Simona
-piensa- Quizás eso es lo que necesito, que todos sueñen lo que soñé yo, así todos creen que es posible esa otra vida.

Romeo
No entiendo.

Simona
Todos los que estaban en mi sueños, tienen que soñar con eso.

Romeo
Para para... Parece un poco de película ésta situación.

Simona
Yo sé que es imposible, ¿cómo van a soñar todos con lo mismo? Pero hay que intentarlo.

Romeo
¿Cómo hacemos que sueñen eso?

Simona
Tienen que creer que de verdad puede llegar a pasarnos, que podemos vivir esa vida, que estar juntos y felices es posible.

Romeo
¿Tenemos que buscarlos uno por uno?

Simona
Toda nuestra felicidad empezó cuando todos estábamos con la persona que amábamos, cuando hacíamos lo que tanto queríamos hacer, cuando nos la jugamos por todo lo que sentimos.

Romeo
¿Entonces?

Simona
Hay que ayudar a los demás a qué se la jueguen, no sé.

Romeo
Entiendo.

Simona
Pero esto queda acá, entre vos y yo.

Romeo
Sí, obvio.

Simona
-abraza a Romeo emocionada- Gracias por haber venido.

Romeo
-corresponde al abrazo- Te quiero.

Simona
Yo te quiero más.

*Narra Simona*
Ese abrazo, y ese "te quiero más" fueron un deja vu para mí, que me hizo sentir más fuerte y muy contenta.
Romeo me acompañó a casa esa noche y después nos despedimos. Estaba segura de lo que tenía que hacer, y todavía más sabiendo que Romeo me entendía y me ayudaría en todo lo que planeaba hacer.
Era el momento... No podía ocultarme más, tenía que mirarlo a los ojos, a la distancia, desde lejos, a los labios sin besarlo. Tenía que hablar con Dante otra vez y como antes.