Capítulo 29

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Ahora es mi turno de sentarme y entrar en estado de shock, Cage es Brayden, todo este tiempo he convivido con el asesino de Norah, pero ¿cómo?

- ¿Cómo es posible que Cage sea Brayden? – susurro consternada, ella me pasa un vaso de agua para tranquilizarme, mis manos han comenzado a temblar, esto no puede ser posible.

- Es su segundo nombre, casi nadie lo llama así, solo Norah lo hacía – tengo que salir de esta casa, no puedo irme a vivir a Francia con un asesino.

- ¿Anya por qué te has puesto así? – soy incapaz de hablar, bebo un poco de agua para calmarme y cuando estoy lista le suelto la bomba.

- Norah no está desaparecida, nunca lo estuvo, ella está muerta, Brayden la mató – todo se llena de silencio, ese silencio que acompaña la verdad, ese que se rompe si alguien respira y nadie quiere hacerlo.

- Eso no es posible – la voz de Dysnei me sobresalta, no sabía que había llegado, me giro en mi asiento y veo su cara, está pálida igual que debemos de estar Petróva y yo.

- Sí lo es – intento tomarla de las manos, pero me da un manotazo para que no la toque.

- No es cierto, estás mintiendo, mi hermano no sería capaz de matar a una persona.

- Si es capaz de secuestrar, golpear y violar a una persona, créeme que puede ser capaz de matar – su mirada se entristece.

- Lo siento, no quería decirlo de esa forma.

- No importa, entiendo que te sea difícil de creer, pero es la pura verdad – la miro directo a los ojos para que vea la verdad en ellos, al final se rinde, sabe que no le estoy mintiendo.

- ¿Cómo supiste todo esto? – deja las maletas a un lado de la puerta de la cocina y pasa a sentarse con nosotras en la mesa.

- Lo leí en el diario de Norah, pero hay algo más que debes saber, Aisha es quién no está traicionando.

- Por favor ella no – una lágrima diminuta resbala por su ojo.

- Lo creas o no es ella, ella fue la que ayudó a Brayden a sacarme del hospital, cambió el tranquilizante que le habías dado a Petróva por agua con azúcar, la que te llamó diciendo que había un problema en la oficina ¿cierto? – asiente – Brayden le dijo que hiciera algo para sacarte de la casa y ahora que has vuelto él es quién se va a encargar de sacarte de aquí.

- ¿Por qué?

- Porque me quiere para él solo, quiere llevarme a vivir a Francia, tu madre lo está ayudando con todo, Dysnei tenemos que irnos de la casa – digo apretando sus manos.

- Mañana a primera hora nos ponemos en marcha – suelto sus manos y ella se levanta del asiento.

- Dale tiempo, está en shock, es mucha información para asimilar – dice y pone un plato con un sándwich de jamón y queso frente a mí, con todo esto había olvidado el hambre que tenía.

- Gracias – agarro el plato, me levanto de la silla y me dirijo a la habitación de Dysnei.
Entro sin tocar y ella está tirada en la cama llorando, se me cae el alma a los pies al verla así. Coloco el plato en la mesilla de noche y me acuesto a su lado abrazándola fuerte, ella se gira y me devuelve el abrazo con la misma fuerza, le paso la mano por el pelo y le susurro palabras tranquilizadoras.

No sé dónde están Brayden y Amelia, han desaparecido de nuevo, es mejor así porque puedo tomarme mi tiempo para hablar con Dysnei.

Le continúo acariciando el pelo hasta que sus lágrimas paran de salir, se separa un poco de mí y me mira a los ojos.

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