Capítul 9

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Maratón 2/3


Una semana, ese es el tiempo que ha pasado desde mi encuentro con Dysnei, todavía me duele la manera en la que se fue, sé que es mi culpa, yo fui quien la echó de casa, pero es complicado de creer lo que me ha dicho, porque que una persona venga y te diga que no eres quien crees ser te deja consternada y descolocada.

Todos estos días he intentado recordar, pero nada viene a mi mente, solo esos recuerdos dolorosos de cuando me golpeaban.

Sé que cuando pierdes la memoria los recuerdos van llegando de a poco, no son todos de un golpe, pero en estos momentos desearía que fuese de esa manera, me encuentro confundida. No sé a quién creerle, si a Dysnei, la chica que dice que estuvimos en una relación o a Brayden, el chico que me ha cuidado desde que me he despertado y ha hecho de todo por mantenerme segura.
¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?, ¿por qué nada puede ser sencillo? Odio no saber en quién creer. Toda esta situación me sobrepasa.

- Norah me estas escuchando – la voz de Brayden me saca de mis pensamientos.

- Lo siento, que decías.

- Que si querías que te trajera algo del pueblo.

- No sé, trae lo que quieras, no tengo preferencias por nada – agarra las llaves de la mesa y se va.

Últimamente todo ha sido así, una rutina constante, paso los días dando paseos por el bosque, él va al pueblo yo me quedo y después vemos una película, comemos, me quedo dormida porque en las noches no puedo dormir debido a los recuerdos tan desgarradores que tengo y así comienza otro día y otro y otro y otro. Es como un bucle, cuando termina una secuencia vuelve a repetirse la misma una y otra vez.

Es agotador.

Tengo mucho tiempo libre y nada que hacer.
Me siento en el alféizar de la ventana y me deleito con el sonido de los pájaros cantando, las hojas que caen de los árboles indicando que el otoño está a punto de llegar, se siente tan mágico, dan ganas de hacer una screenshot mental y tenerlo presente en cada momento. Sé que suena muy poético, pero es lo que siento, creo que el otoño es una de mis estaciones favoritas.

Pasa una hora hasta que Brayden llega.

- Hola amor, mira lo que traje – saco unos lienzos, acuarelas, carboncillo y unos blogs de dibujo.

- Pensé que como estabas aburrida te haría bien – miro todo detenidamente, paso las manos por los colores y no sé qué hacer con ellos.

- Bray, no sé cómo decirte esto, de verdad agradezco el gesto, pero no sé pintar – me da una mirada confusa.

- Claro que sí sabes, la primera vez que nos conocimos hiciste un retrato de mí – sonríe.

- Cariño no sé si no recuerdas, pero tengo pérdida de memoria, así que si no recuerdo las cosas que me gustan como esperas que me acuerde de algo de cuando nos conocimos – todos los engranajes de su cerebro comienzan a girar haciendo clic cuando el entendimiento llega a su rostro.

- Tienes razón, lo siento.

- No tienes por qué disculparte, entiendo que se te olvide - me agarra de la mano y subimos las escaleras hasta su habitación, busca algo en los cajones de su closet y saca un papel.

- Este fue el primer dibujo que hiciste de mí – tomo el dibujo de sus manos, se ve arrugado en la parte del medio de tanto doblarlo y desdoblarlo, juraría que he visto ese mismo trazado en alguna parte, pero no recuerdo donde.

Sigo analizando el dibujo, no creo que existan palabras para describir lo bonito que es, lograron captar la esencia de él. 

- No está firmado - lo miro y él sonríe.

Sombras De Verdad [Editando][✔️] Where stories live. Discover now