Prólogo

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Tres años antes

- Tenemos que hablar – dejo lo que estaba haciendo para poder prestarle atención.

- Sé que esto no estaba en nuestros planes, que lo teníamos planeados para dentro de un par de años, de hecho no sé cómo pudo suceder y está bien si no quieres hacerte cargo….- la beso para que no siga divagando y deje sus nervios a un lado.

Tomo su cara entre mis manos y veo la pequeña arruga en su frente que siempre tiene cada vez que le preocupa algo - Cariño lo que sea que quieras decirme puedes decirlo con confianza, te prometo que no me voy a molestar, solo suéltalo – ella toma varias respiraciones para intentar calmarse.

- Estoy embarazada de tres semanas – sus palabras me golpean como un balde de agua fría.

- Tenía un retraso con mi período así que compré una de esas pruebas que venden en la farmacia y … es positivo. Esta mañana fui con el ginecólogo para confirmarlo – me mira buscando alguna señal de algo, pero no sé que decir.

Voy a ser padre.

- ¿No vas a decir nada? – retuerce sus dedos. Su nerviosismo aumentando con mi silencio.

- ¿Qué quieres que diga? – para cuando me doy cuenta de la idiotez que he dicho ya las palabras han salido de mi boca.

Norah deja sus nervios a un lado y los sustituye por una mirada de furia. – Hombre pues no sé, algo como, que tal estás amor, no tienes que preocuparte por nada, todo va salir bien, vamos a cuidar de ese bebé juntos o alguna de esas chorradas que se dicen las parejas cuando se supone van a tener un hijo.

- Sabes perfectamente que no puedo decirte nada de eso en este momento, sabes que no puedo cuidar de mí mismo, como se supone lo haga con algo tan pequeño y frágil, no sé cómo hacerlo, no puedo asumir esta responsabilidad- suelto todos mis miedos con la esperanza de que me entienda, pero eso solo parece hacerla enojar más.

- Nadie nace sabiendo lo que tiene que hacer, no espero que lo hagas perfecto porque yo tampoco sé si voy a ser buena madre. De eso va la paternidad, de ir aprendiendo poco a poco, paso a paso, amando cada detalle nuevo que la vida te ofrece, ¿sabes cuántas personas desearían tener el regalo de ser padres? Muchas Cage, muchas y tú solo estas ahí parado, enfocándote en tus miedos en vez de agarrarlos de la mano y enfrentarlos – descarga toda su frustración en mí.

- Está bien, hagámoslo, le voy a dar mi apellido, al pequeño no le faltará nada, tendrá comida, ropa, todo lo que le haga falta – pude ver como su mirada iba pasando de la ira a la decepción.

- Tienes razón, no le faltará nada, pero no te tendrá a ti y eso más que las cosas materiales o un estúpido apellido es más importante, sé que tienes miedo amor, pero no puedes hacerle eso al niño. Se preguntará toda su vida que hizo mal para no tener la atención de su padre, para que no le quisiese. Lo siento pero no estoy dispuesta a que mi hijo pase por eso – da media vuelta agarrando su bolso y las llaves de su auto.

- ¿A dónde vas? – pregunto preocupado.

- A casa – dice con los ojos cristalizados.

- Pero ya estás en casa – la mirada que me da me rompe el corazón al saber que yo la provoqué.

- No Cage, no estoy en casa, estoy en tu casa. Me voy para darte espacio, para que pienses en si deseas de verdad hacerte cargo de este bebé. Cuando decidas ponerte los pantalones de niño grande, sabes donde vivo – se marcha dando un portazo dejándome solo sin saber qué hacer.

Si hubiese sabido que esa sería la última vez que la vería, la tomaría en mis brazos una última vez y le diría que la amo con locura. Que estaba dispuesto a enfrentar todos mis miedos para cuidar de nuestro hijo. Pero no hice nada, simplemente la dejé ir, no luché por ella y horas después pagué las consecuencias de mis acciones. El amor de mi vida Norah Lavin junto con mi bebé, murieron esa noche.

Sombras De Verdad [Editando][✔️] Where stories live. Discover now