Y e s o r y e s

1.4K 204 159
                                    

Irene no se resistió y dejó escapar las lágrimas, mamá dio un grito de alegría de tal magnitud que dejó sordo al grito de sorpresa que di yo.

¿Yo qué? ¿Comprometido? ¿Con Sunghoon? ¿Con él? ¿Con el chico que me crie, que crecí y que odio?

Tenían que estar bromeando, ¡Esto tenía que ser una maldita broma!

Yo no me podía casar, aún no cumplía la mayoría de edad. Además, me quedaba un año de escuela todavía (debido a que repetí un año),no iría a clases con un anillo de casado a clases. Ni siquiera sabía si eso era legal.

-¿Están locos o qué? -les grité cuando dejaron de celebrar. Todos se voltearon a mirarme, debía tener la cara deformada por la ira y la sorpresa-. Ustedes no pueden regalarme como si de un objeto se tratase, soy una persona, un ser humano, no un estúpido ganado que se puede dar al mejor postor.

Descargué toda mi rabia en cada palabra, como si fuera veneno. La fiesta había terminado, esto teníamos que discutirlo ahora mismo.

-¡Ni-ki, no tienes ningún derecho de hablarnos así! -mamá también estaba enojada, la única vez que me había peleado con ellos fue cuando Sunghoon atropelló a Bisco.

-¡Claro que lo tengo! ¿¡O acaso se olvidan de que yo también pienso!? ¡No soy un estúpido como todos creen! -le grité de vuelta.

-¡Basta! ¡Yo hablaré con Ni-ki! -todos miramos a Sunghoon, que se había levantado y se acercaba a mí. Me agarró con fuerza de un brazo y me arrastró hasta otra habitación. Ni siquiera me había dado cuenta de que nos dirigíamos a la cocina.

Sunghoon echó a todos los cocineros y nos dejaron solos. No podía mirarlo, si lo hacía lo golpearía.

-Ni-ki, mírame a los ojos, necesito que lo hagas para que escuches lo que tengo que decirte-me afirmó de los hombros, de modo que no pudiera escapar. Levanté con lentitud mi cabeza, controlándome para no matarlo.

-Dilo rápido antes de que te asesine.

Respiró hondo y antes de abrir la boca para decir algo, me besó.

Me pilló desprevenido, no pude hacer nada para negarme, ya que aún me tenía sujeta de los hombros.

Cuando se separó, no podía parpadear ni cerrar los ojos. Sunghoon se relamió los labios y volvió a hablar.

-Ni-ki, esto es importante y necesito que pongas mucha atención: Yo te amo, siempre lo he hecho, desde el primer día en que te vi cuando tenía ocho años. ¿Sabes lo doloroso que fue verte y tenerte cerca todos estos años sin poder decírtelo? Sabía que tú me odiabas, me lo dejabas claro todos los días. Intenté ser distante, olvidarte, pero no pude. Te amo demasiado como para sacarte de mi mente con tanta facilidad.

Las palabras de Sunghoon entraban y salían por mis oídos, sólo algunas frases vagas se quedaban en mi cabeza, resonando y creciendo hasta confundirme.

Sunghoon me amaba.

De pronto, su tacto comenzó a quemarme. No podía seguir estando a su lado, no podía pensar con claridad en todas las cosas, los recuerdos, las risas y los enojos que vivimos juntos en esta misma casa, se revolvían frente a mis ojos.

Podía ver a un pequeño Sunghoon de ocho años con los ojos llorosos, Sunghoon disfrazado para la obra escolar, a otro ebrio en medio del bosque.

Él siempre estuvo ahí, cuidándome y dispuesto a hacer todo lo que yo le pidiera y sólo por el simple hecho de que me amaba.

Ni cuenta me había dado.

El juego de los celos con Jisung ahora me parecía una tortura, cuánto habrá sufrido cuando se lo dijimos. Y cuando nos besamos en la audición, tal vez al principio fue falso, pero después lo sentimos y nos gustó.

Cásate conmigo ; SungkiWhere stories live. Discover now