Quiero Negociar |DS#2|

Capitulo veintidós | Italia

Capitulo veintidós.

Alessio

28 de febrero, 2017.

—¿Ella vive aquí sola? —pregunta asombrada Cassandra mientras no deja de ver por la ventanilla del coche que avanza por la gran entrada que rodea el frente de la casa familiar—. Debió ser duro para ella que tu hermana tuviera que viajar tanto tiempo.


Proceso sus palabras pisando un terreno poco conocido, era consciente de las palabras que mi madre en los últimos tiempos había desplegado por toda la alta sociedad. Contando como para no dejar que todos vieran mal a su única hija, le organizo un gran viaje por todo el mundo que la tenia mas que ocupada, lo suficiente para no asomarse por Italia. Algo que verdaderamente odie, mi madre era macabra con respecto al tema de la desaparición de Geovanna, mi pequeña hermana.


No, ella no estaba desaparecida, sino más bien oculta, lejos de la familia que le dio la espalda y la critico en su peor momento. No podía culparla, pero aun así la seguía buscando, al menos quería tener la paz de saber que vivía bien, que estaba bien a pesar de que sus únicos familiares habíamos sido una verdadera mierda con ella.

 
—En esta casa no se habla de ella, así que no la nombres frente a mi madre—pido en voz baja.

 

Veo los miles de preguntas que empiezan a brotar en ella, pero agradezco en silencio que no las diga.

—Entonces, ¿Qué fue lo que le contaste? Así no hablo demás—guardo silencio bajo su brillante mirada en mí, últimamente Cassandra tenía un aire más suave sobre ella—. ¿Alessio?

—Nada. No le conté nada. La razón por la que estamos aquí es justamente aligerar su furia—sonrió cuando ella deja de hacerlo—. Mi comunicado de ayer fue tendencia mundial y recorrido todo el mundo, por lo que seguramente ella ya lo sabe. Ahora nosotros solo debemos ser complacientes y se calmara.

—Suenas muy confiado—señala.

Quiero decirle que solo es mas que otra mentira, porque se muy bien que mi madre esta sentada en su sala favorita esperando mi llegada, para empezar su actuación. Algo que soportaría recordándome segundo a segundo que ella era todo lo que amaba y que se lo debía.

Se lo debía.

—No le diremos a mi madre las circunstancias de todo esto, ni los obstáculos que estamos teniendo.

Mis palabras parecen confundir a mí a acompañante, pero sé que es mejor así, es mejor que mi madre crea que Cassandra no me tuvo en desventaja, al menos así la odiara menos.

Recorro a Cassandra con la mirada mientras sigue entretenida con la gran vista que es la propiedad de mi familia, he podido notar los matices que la rodean, se que es fuerte. Se que tiene mucho silencio por tantos secretos. Fue criada bajo el yugo de la misma sociedad maldita que yo, sabiendo como moverse, hacerse ver y triunfar.

Solo eso me tiene seguro, si Cassandra lo quisiera podría hacerle frente a la mujer que seguramente ya la ha maldecido una y otra vez, pero por piedad a todo lo sagrado, tendría que mantenerla en sus casillas, dejando que todo sea como mi madre quisiera. Así tuviera que rogarle la cooperación, era algo que no podía evitar hacer.

—Así que fuiste un verdadero desgraciado—abandono mis pensamientos por sus palabras—. Y encima ahora todo caerá en mi—quiero sonreír por su tono de indignación.