he: the best of me | jinsu

𝟬𝟵.𝟱: quiero que jin sea eterno.

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capítulo nueve. pt. 2.

Me aseguré de que Jin realizara tantas actividades como fuera posible. Le encantaba ver que todos se involucraban mucho con sus chicos, y comentó lo cariñosa que parecía ser esta gente. Tuve que estar de acuerdo. Si esto era el cristianismo ─y no toda esa porquería que Yunho y mamá decían─ realmente podría apoyarlo.

Cuando le dije lo mismo a JungKook, sugirió que comenzara a asistir a los servicios los domingos. ─ No nos dejemos llevar, ahora ─le dije, pero no me enojé con la sugerencia, como lo hubiera hecho unos meses atrás. Tal vez JungKook había tenido razón un tiempo atrás. Tal vez estaba madurando un poco.

Le pregunté a SeokJin. Pareció estar pensando y luego dijo:

─ Nah, ¿por qué el gran Min Yoongi querría hacer eso? ─Entonces se rió como un loco.

(...)

Justo después del Chuseok, Jin y yo comenzamos el mural. Necesitaríamos mucha ayuda una vez que hiciera el dibujo en la pared, pero el primer paso era dibujarlo, claro, y no estaba seguro de poder hacerlo.

─ Jin ─me puse de pie, mirando la pared en blanco, mis manos juntas y mis dedos retorciendose entre ellos─. No sé cómo dibujar una imagen tan grande. Nunca lo he hecho.

─ Eso no significa que no puedas ahora ─SeokJin estaba a mi lado, sonriendo─. Vamos, Yoongi. Puedes hacerlo. Tengo fé en ti.

─ Bueno, eso hace que uno de nosotros la tenga.

Él se rió entre dientes, pero no estaba tan seguro de que estuviera bromeando.

Cuando no me moví, suspiró y se volteó hacía mi. Tomo mis dedos, que aún se retorcían de nervios y los separó. Entonces me miró y de nuevo, con una sonrisa dijo: ─Simplemente necesitas comenzar, Gi. Elige un lugar. Y comencemos. Sé que puedes hacerlo.

Entonces soltó mi mano y me sentí un poco mal.

Quería seguir sintiendo su calidez, sus palabras y su fé en mi, un poco más. Sin embargo solo suspiré, y asentí.

Ya estaba la escalera ahí y tenía el marcador en mi mano. Así que todo lo que tenía que hacer era elegir un lugar y empezar. Y creo que aún estaría de pie allí si no fuera por lo que Jin dijo. Él se quedó ahí conmigo y me siguió dando ánimo desde atrás, hasta que escogí un lugar y empecé a dibujar. El resto fluyó casi sin esfuerzo.

Me llevó casi una semana terminar los bocetos en las paredes. Mientras tanto, estuvimos formando una fila de voluntarios para ayudar a pintar los colores planos, luego yo regresaba y hacía el sombreado y otras cosas, más tarde. Ya teníamos en fila a varios empleados fuera de servicio, pero también recibimos algo de ayuda sorpresa.

JungKook atacó de nuevo. Todo el grupo juvenil se presentó para ayudar.

─ ¿JungKook? ─le pregunté cuando lo vi guiar a una gran multitud el día en que supo que íbamos a comenzar con la pintura de hecho.