Capítulo 16

1.5K 206 21
                                    

Me encontraba flotando tranquilamente, pensando como serían las cosas ahora que las vacaciones de verano empezarían y todos estarían 24/7 en la mansión. Tenía muchas cosas en la cabeza, repasando cada momento del dia anterior, me tenía aún que reponer de mi corazón roto...

-Agghhh.- al escuchar el grito y un golpe seco acto seguido miré hacia abajo encontrandome con que Laito recién se había despertado.

Había logrado salir del cuerpo de Laito temprano en la mañana, más bien él me expulsó ya que cuando abrí los ojos ya estaba flotando sobre su cuerpo. Al parecer solo puedo poseer un cuerpo 24 horas.

-Aaghhhh.- le respondió gritando Shu.

La escena era realmente divertida, parecían lombrices al despertarse y encontrarse a ambos en la misma cama. Aunque no lo entiendo, anoche Shu y yo dormimos juntos y aún estaba en el cuerpo de Laito...

Siguieron gritando de esa manera hasta que Shu tiró a Laito de la cama con una patada.

-¿Pero que demonios te pasa?- se quejó este desde el suelo.

-Es que no te callabas.- se excusó el rubio. La situación era tan graciosa que solo atiné a soltar una risotada y entonces...

-Aaghhh.- volvió a gritar Laito.

-¿Y tú porque demonios gritas?

Puse las manos en mi cintura molesta, ya no daba gracia, demasiados gritos en la mañana. Fue entonces que me di cuenta que Laito estaba mirándome fijamente mientras me señalaba con el dedo.

-¡Tú!- volvió a gritar.- ¡Eres Yurei!

-No, soy Zeus.- respondí burlándome de su obvia frase.- Es obvio que voy a ser... espera... ¿puedes verme?

-¡Puedo verte!- de un salto se levantó del suelo. Daba brinquitos pasando su peso de un pie a otro mientras me miraba con una sonrisa.

Dejé de flotar para ponerme a su altura, joder, pensé que Laito tendría una estatura promedio pero sigue siendo más alto que yo.

-¿En serio?

-Si, si, si, si.- repetía constantemente.

De la alegría me acerqué para abrazarlo, obviamente con cuidado de no atravesarlo. Él podía verme pero yo aún no podía tocarlo.

-Pero ¿que fue lo que pasó? ¿Porque puedo verte ahora?

-Tal vez porque te poseyó.

Todos miramos hacia la puerta donde Reiji estaba de pie tranquilamente. Seguramente lo asustamos con tantos gritos, ya él estaba despierto preparando el desayuno.

-¿Me poseíste?- Laito me empujó de sus brazos. Ya sabía que la felicidad duraría poco.

-Entré en pánico y fue lo único que se me ocurrió, no te enojes porfas.

-Seguro fue idea de este.

Laito se giró para ver a Shu que simplemente seguía acostado viendo todo el drama. Lo único que hizo al ser mencionado fue encogerse de hombros.

-¡Maldito, no te desligues de nuestro hijo!- dramaticé.

-¿Cual hijo?- preguntó gritando exageradamente.

-¿Acaso te olvidaste de nuestra noche de amor?- finjí que iba a llorar mientras me abrazaba a mi misma.

-¡Brincos dieras!

Así continuamos discutiendo hasta que una risa tímida nos interrumpió. A estas alturas todos los demás estaban reunidos en la puerta de la habitación y nos miraban con una sonrisa. Solo Yui era la que reía ligeramente.

-Lo siento pero es tan gracioso.- rió.- Nunca pensé ver a Shu alterarse de esa manera.

-Al parecer se llevan muy bien ustedes dos.- comentó Subaru cosa que me hizo entristecerme un poco.

-Que envidia Shu, tú puedes verla. Como quisiera poder ver fantasmas como tú.- Yui se acercó hasta quedar cerca de nosotros tres.

-Como sea, seguro te divertiste, estás perdonada.- dicho esto salió de la habitación listo para hacer sus cosas.

-Alguien digame de escondieron el collar destrozado...- habló Kanato en un susurro.

-Ah.- respondimos todos a la vez etcepto Subaru que se quedó tieso en el lugar.

No pasaron ni dos segundos hasta que...

-¿QUIEN FUE EL ANIMAL QUE HIZO ESTO?- los gritos de Laito se escucharon enseguida.

Ayato, Reiji, Kanato y Subaru desaparecieron del cuarto rápidamente. Laito se asomó por la puerta y juro que pude ver el mismísimo infierno en sus ojos.

-¿QUIEN FUE?

-Subaru.- respondimos Shu y yo a la vez.

Cuando escuchamos los gritos del menor de los Sakamaki nos echamos a reir. O sea, no todos los dias veías esta situación donde Laito parecía poseído y Subaru era castigado.

-¡No, Laito, no!- se escuchaba por toda la casa. Nadie hizo nada por ayudar al pobre albino, ni siquiera yo me asomé para ver la masacre.
















Actualizando bien tarde porque quiero ver sus caritas felices en la mañana.

Yurei les manda un beso.

El fantasma de una dialover [Diabolik Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora