-¡Scott! ¡Quitádmelo, quitádmelo!-exclamó Joseph lanzando gritos, Scott no pudo evitar dar grandes carcajadas al ver la reacción que el vampiro había tenido ante un pequeño sapo. Lo que causó que Joseph lo fulminará con la mirada:- ¿qué no vais a ayudadme?

-ya voy.-exclamo Scott, tomando el pequeño sapo y dejándolo en un lodoso pantano a un lado del camino.

-vaya que te veías gracioso gritando como nena ante un indefenso sapito.- dijo Scott entre risas.

-no le encuentro el chiste Scott.- dijo Joseph entre dientes.-y ese sapo no tenía nada de indefenso, se notaba que quería asesinarme.

-hay vamos Joseph, eres un vampiro, un inmortal y le teméis a un sapo, no imagino que podría pensar Elizabeth de que su grandioso héroe que la protege de todo peligro grita como nena por un simple sapo, de seguro se moriría de vergüenza o de risa al escucharlo.-se burló Scott.

-¡oh ya basta Scott!- murmuró Joseph.

-actuaste como una niñita Joseph, es algo que no podré superar en mucho tiempo y creedme cuando os digo que viviremos una eternidad.-respondió Scott entre risas.

-está bien ¿qué quieres para olvidar este pequeño incidente?- ofreció Joseph.

-¿intentáis comprar mi silencio?- exclamó Scott tratando de sonar ofendido.

-no, es solo que no quiero que cuentes a nadie acerca de eso.- dijo Joseph.

-no os preocupéis, no contaré nada.- respondió Scott con una sonrisa sincera.

-eso espero.- murmuró Joseph.

-bueno, hemos llegado- exclamo Scott, y señalando con la mano todo el lugar:-¡seáis bienvenido a la aldea de las brujas!

-este lugar es tétrico.-exclamó Joseph.

-creedme lo sé.-secundó Scott.

-bueno, ahora debemos ir por Jenna, ¿sabéis algún lugar donde ella pueda estar?

-no.-suspiro Scott, -mamá usualmente está en la cabaña de la corte mayor que se encuentra al final de la aldea, oculto entre el espeso bosque, no pasa mucho tiempo en casa cuando vengo a visitarla la espero en casa, hasta que ella llegue.

-¿vos pensáis que podríamos esperarla? No quiero arriesgarme a iniciar una mini guerra con 35 brujas más apoyando a Jenna.- dijo Joseph.

-por supuesto es por aquí.- contestó Scott, guiando a Joseph por la aldea hacia la cabaña de la Gran Bruja.

Durante el camino Joseph observaba a los pequeños niños jugar con animales en las afueras de sus cabañas, y que al verle murmuraban cosas entre ellos para finalmente terminar escondiéndose dentro de sus casas. Ninguno se acercaba ¿sería por su pálida piel que lo hacía parecer una especie extraña de zombie? O ¿sería quizá que sus colmillos hubieran sobresalido de entre sus labios?

-¡Hey Scott qué alegría tenerte de vuelta!- exclamó un chico demasiado delgado y alto.

-Lo mismo digo Brand.- respondió Scott.

-veo que habéis traído un amigo-exclamó mientras caminaba alrededor de Joseph observándole con la mirada.

-sí.- respondió Scott.

-¿quién sois?-preguntó el chico a Joseph.

-Me llamo Joseph, Joseph Anderson.

-¿Anderson dijiste?

-sí.-afirmó Joseph.

-¿Scott es con él con quién vives?

-sí.- afirmó Scott.

The Black House: Amor y Vampiros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora