Delιcιouѕ Orgaѕмѕ - Park Jiʍiղ

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...Sexo duro... ya sabes, del que termina en te quiero y terminas diciendo: "Una ronda más por favor... quiero sentir tu pene clavarse en mi vagina"...

...¿¡ Qué tan loco te puede traer una mujer !?...

...Park Jimin es el indicado para responder la perfecta incógnita...

Mi boca se sentía llena, completamente llena de él, mi saliva se deslizaba por mis labios, movía mi cabeza en un intenso vaivén metiendo toda la extensión de su miembro en mi cavidad bucal, sentía como tocaba el límite de mi garganta mientras acariciaba sus testículos.

Saqué el palpitante miembro de mi boca, mientras desbotonaba mi blusa a la vez despojando mi sujetador dejando libres mis senos ante él y entre ellos coloqué su erección que estaban sujetados por mis manos y comencé a moverlos. Se inclinó hacia atrás tomando con fuerza el asiento del brazo, gruñía, era melódico para mis oídos escuchar su voz tan varonil, agaché mi cabeza y cada vez que se asomaba su glande entre mis pechos, lo lamia bajo su atenta mirada. Sabía que esto le gustaba y a mí me calentaba más de la cuenta tenerlo así.

-¡Ah!... bien, así... -gimió apretando su mandíbula pesadamente mientras su cara se contraía por el placer, en tanto yo hacía el trabajo de todas las mañanas.

Me encontraba arrodillada frente a él, un hombre joven y sensual, apetecible por donde se le mirara, adoraba ser su secretaria personal, que me llame por mi nombre de una manera sexy que hacía mojar mi braga y sobre todo quitarle el estrés de esta forma, por supuesto que estoy hablando de Park Jimin.

Este me mantenía entre sus piernas mientras estaba sentado en su silla, mi cuerpo estaba escondido debajo del escritorio, sentía mi humedad aumentar, estaba demasiado excitada y como no estarlo si tenía a un sensual hombre jadeando por como le tocaba, como lo chupaba, por cómo le comía ese gran pene que escondía bajo su impecable sastre. Estaba tan fuerte, que me hacía fantasear con tenerlo de una vez haciendo estragos en mi interior.

Sujetó mi cabellera por mi nuca ejerciendo fuerza, comenzando a guiar los movimientos de mi cabeza en un vaivén sin desenfreno sentía como su esperma inundaba mi garganta, amaba cuando me follaba la boca con brusquedad.

...Realmente estoy adicta a Park...

De un momento a otro alguien tocó la puerta haciendo que nuestros cuerpos entren en pánico pero rápidamente él acercó su torso al escritorio escondiéndome debajo del mueble, justo antes de que ingresara la secretaria subsidiaria Nayeon.

-Buenos días Señor Park -habló coquetamente -traje los papeles que me pidió -no sé si reírme o sentir pena por aquella mujer.

PARK JIMIN NO ESTABA A DISPOSICIÓN DE NINGUNA MUJER, LÁSTIMA QUE AQUELLO NUNCA OCURRÍA.

-Le dije que los trajeras mañana -emitió sensato, pero que ardiente se vía mi jefe con los gestos que articulaba, por otro lado algo que caracterizaba a Park era la responsabilidad y sobre todo acatar la orden dada pero aún así no pude desviar mi mirada a su deliciosa y palpitante erección.

Cuidadosamente levanté mi diminuta falda hasta mi cintura, para luego deslizar dos de mis falanges bajo mi braga, confirmando cuan húmeda estaba facilitando el labor de penetrarme.

¿Peligro?... no conocía su significado, introducí el palpitante miembro a mi boca mientras que con mi otra mano lo masturbaba con demencia, dada a mi osadía Park pegó un pequeño brinco sobre su asiento, gruñendo por lo bajo donde ahora mi lengua lamía su glande mezclando sabores.