Delιcιouѕ Orgaѕмѕ - Park Jiʍiղ

• | Dαddч 2 | •

...Meter la boca, entera, succionando despacio, con suavidad y recorrer con la lengua cada pliegue... ya va siendo hora de que tú y yo arruguemos las sábanas...

El placer reinaba entre los dos seres humanos, era un secreto donde no podría ser revelado... pero, ¿alguna vez estos amantes saldrían ilesos de esta desenfrenada pasión?

Había transcurrido algunos años en donde todo había cambiado, precisamente la vida de _____, independiente y con un buen trabajo pero lo que no había cambiado era las noches placenteras con el sexy empresario Park Jimin.

En esta ocasión estábamos en el estacionamiento trasero de un edificio, el lugar perfecto para satisfacer nuestras lujurias.

-Ahora quiero que mi daddy me atienda, no quiero regalos quiero... -bajé mi mano por sus pectorales hasta llegar a su entrepierna tomando con fuerza su marcado bulto -otra cosa.

Sin previo aviso su boca estampó contra mis labios con un beso apasionado, donde su cálida y húmeda lengua buscaba la mía para dar una batalla donde él tenía el control. Sus manos subieron rápidamente mi falda comenzando a tocarme sobre las bragas, jadeaba sobre sus labios moviendo mis caderas para crear una fricción placentera.

Sustraje su miembro del pantalón, tan gruesa y apetecible, a prisa hice a un lado mi braga para auto-penetrarme, una vez dentro gemí como si me estuvieran rasgando mi piel, realmente nunca me cansaría de este enorme falo que me obsesionaba cada día más.

Jimin gruñó tomando mis caderas comenzando a guiar mis movimientos, tener sexo a cualquier hora y lugar era nuestro pasatiempo favorito, pero lo que más nos gustaba era mirarnos a los ojos cuando lo hacíamos demostrando el deseo que sentíamos sin necesidad de decir una palabra.

-Te necesitaba... -susurre en su oído, cada estocada que realizaba presionaba mi clítoris... entonces comprendí que solo lo quería para mí.

-nena... -habló con voz ronca y sensual era un delirio para cualquier mujer .

Fui sacando algunos botones de su camisa para tocar su marcado abdomen, ¿no era suficiente torturarme con su virilidad?, claro que no, si era... Park Jimin.

-daddy necesito atención -hablé entrecortada mientras mis caderas se movían en círculos y despojaba mi brasier. Sin esperar mi pezón fue apresado por su boca y el otro por sus manos, que delicia de lengua haciendo erizar todo mi piel.

Gracias a su gloriosa lengua me moví en un desespero vaivén, donde mis manos fueron a parar a sus muslos, nunca me acostumbraría al tamaño de su miembro, me abría, me desgarraba de una manera exquisita, efectivamente estaba tocando el cielo en esta situación prohibida, pero adicta como ninguna.

-Daddy... aahh!... no puedo -gimotee aferrandome de sus hombros, claramente el orgasmo se avecinaba.

Park escondió su rostro en mi cuello para que este fuese mordido y succionado mientras sujetaba mis glúteos haciendo que nuestros movimientos sean un poco más bruscos, sus caderas se movían en un ritmo erótico, lo sentía chocar una y otra vez contra mi punto sensible.

El placer inundo mi ser haciendo curvar mi espalda totalmente temblorosa y extasiada sobre él, para hacerlo más interesante, me retiré rápidamente para quedar frente a su erección, con su permiso mi lengua fue recorriendo la longitud de su pene saboreando nuestros sabores mezclados.