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______ estaba emocionada. Era una gran oportunidad para salir de Roma, aunque sólo fuese un par de días. Por otro lado, mantendría su mente alejada de Justin Bieber y de su futura esposa. No quería analizar sus sentimientos, pero reconocía que le costaba trabajo no pensar en él.
Durante el trayecto por carretera hacia la costa, mantuvo toda la atención entre el padre de Justin y el paisaje. Vincenzo era un compañero entusiasta, un hombre, pese a su edad, atractivo. Recordó la descripción que un día le hizo a Cynthia: "gordo, calvo y paternal, aproximadamente de sesenta y cinco años". Qué alejada de la realidad. Era un caballero encantador, de trato fácil, bien conservado, con un brillo travieso en esos ojos oscuros que con seguridad aún provocaban suspiros.
A la mañana siguiente, sentados en el patio, admiraban el mar después de haber desayunado, cuando Vincenzo Bieber levantó la cabeza y quedó en silencio, escuchando algo.
—Es Justin —buscaba en el cielo—. Reconozco el sonido del helicóptero.
— ¿El mismo pilota el helicóptero? —______ quiso disimular los fuertes latidos de su corazón.
—Nadie lo hace mejor ni con tanta temeridad —respondió con los ojos clavados en las nubes—. Me pregunto si habrá venido con Stefanie. Pronto lo sabré, en cuanto veamos el vehículo. Si ella lo acompaña no le permitiré hacer travesuras.
— ¿Travesuras?—______ preguntó desconcertada.
— ¡Allí está! —Vincenzo Bieber señaló un punto a lo lejos—. Está volando demasiado alto; eso quiere decir que ella no viene —volvió la cabeza y le sonrió. Su decepción porque su futura nuera no venía con su hijo se desvaneció de inmediato—. ¿Travesuras? Sí. Aprendió a pilotar esos aparatos cuando apenas tenía catorce años, ______ y lo hace con tanta habilidad como no he visto en alguien más. A los dieciocho años participó en rescates de mar y montañas... algo demasiado peligroso para mi gusto. Aceptaba retos que los pilotos experimentados rechazaban por el alto riesgo. Esa fue la razón que me obligó a irle soltando las riendas de mis negocios a muy temprana edad. Sé que lo presioné a trabajar muy duro demasiado pronto, pero la gente que criticó mi decisión de incorporarlo al mundo de los negocios demasiado joven, no sabe que de no haber sido así, tal vez ahora mi hijo estaría muerto. No me agradaba pensar que su habilidad y destreza lo llevarían irremisiblemente a una tragedia. No, Stefanie no lo acompaña. De otra forma, habría aterrizado en seco. Será mejor que controles los nervios, querida ______ —Vincenzo Bieber soltó una carcajada—. No te asustes —agregó sin dejar de reír—, te aseguro que no caerá sobre nosotros. Es su forma de aterrizar cuando está furioso. Se acercará en línea vertical tanto como sea posible y descenderá sobre ese pequeño prado, lo que enfurece a mi jardinero.
Desde el momento en que lo detectó, ______ no apartó los ojos del helicóptero. Parecía un pájaro inmóvil en el azul del cielo. Todo estaba en silencio, sólo se oía el ruido del motor.
Estaba familiarizada con los helicópteros, por eso supo a lo que Vincenzo Bieber se refería al decir que Justin era un piloto excepcional. En ese preciso instante, el aparato descendía a tal velocidad que rebasaba el límite de la locura, ese hombre estaba retando a la muerte.
Segundos más tarde, el vehículo estaba casi a nivel del suelo. Ella pudo ver a Justin. Un casco blanco cubría su cabello oscuro, llevaba camisa negra y pantalón de mezclilla. Por la expresión de su rostro, parecía como si fuera a enfrentarse contra el demonio.
Aterrizó sobre el brillante césped, el movimiento de las hélices provocaba tal corriente de viento que doblaba las flores y arbustos a su alrededor. Vincenzo lo contemplaba orgulloso.
—Como si el mismo demonio hubiese aterrizado —declaró sin perder la sonrisa y ella estuvo de acuerdo; en ese momento, por su expresión Justin era la viva imagen del demonio.
— ¡Signore!, ¡teléfono!—alguien gritó desde la puerta. Vincenzo Bieber entró de prisa dejando a ______ sola. Ella se agitó al ver a Justin descender, quitarse el casco, ponerlo sobre el asiento y acercarse claramente irritado.
— ¿Qué haces aquí? —demandó indignado—. Según comprendí, íbamos a mantener nuestra relación al margen del trabajo. ¡No me parece llegar a mi casa y encontrar instalada en ella a una simple empleada al lado de mi padre!
—El... él me invitó y... —mortificada, quiso justificarse. No podía enfrentar a Justin y dejar que su padre se enterara de sus problemas. Vincenzo Bieber se pondría furioso con Justin y se molestaría con ella. Era obvio que esperara con ilusión el arribo de su futura nuera y, el descubrir que su hijo acosaba a una empleada, lo indignaría.
—El te invitó y tú no dudaste en aceptar —Justin terminó por ella—. Sí, he escuchado demasiadas veces la historia del ángel pelirrojo que lo ayudó cuando estuvo en Inglaterra. ¿Por eso estabas tan deseosa de venir a Italia? ¿Viniste por tu recompensa? ¿La prefieres en moneda circulante? 
—No estoy dispuesta a discutir —masculló—. No me gustaría causarle un disgusto.
— ¡Qué conmovedor! —le clavó los dedos en el hombro con furia—. Así que él es capaz de suavizar tu corazón de roca. ¿Acaso anoche lo estuviste consolando? ¿Por ello te trajo aquí? ¿O es esa una de tus metas? Me sorprende que hayas accedido a venir consciente como estás de tu posición de empleada y sabiendo que yo vendría con Stefanie. Qué posición más desagradable, ¿no te parece? Stefanie se habría sorprendido mucho al no poder explicarse quién te acosa, ¡mi padre o yo!
Ella se alejó sin dar tiempo a que siguiera insultándola. Temblaba por el temor, la confusión y ese dolor que crecía en su interior. Estaba al borde de las lágrimas. El dejó sentado con claridad que Stefanie Veccetti ocupaba un sitio especial en su vida. ______ se sintió profundamente humillada.

Capítulo 5

Paso un largo rato antes que Vincenzo Bieber regresara y ______ tuvo oportunidad de recuperar el control. No había señales de Justin y su padre estaba contento, a pesar de que Stefanie Veccetti no hubiese venido en el helicóptero. Su decepción al no verla en compañía de su hijo fue clara; su futura nuera no sería su huésped ese fin de semana.
Después de un tiempo, Justin regresó vestido con pantalones blancos y una camisa color azul marino desabrochada que revelaba el pecho bronceado. ______ tuvo que desviar la mirada, consciente de su inquietud.
—Voy a practicar tabla hawaiana —le avisó a su padre—. Te veré dentro de dos horas —Vincenzo Bieber asintió con la cabeza y se acomodó en la silla con los ojos cerrados y el rostro hacia el sol. Justin miró a ______ con frialdad—. ¿Te gustaría venir conmigo?
—No... Jamás he practicado ese deporte. Parece demasiado difícil —dijo sin mirarlo, pero sus palabras la obligaron a verlo, desconcertada.
—Si traes traje de baño póntelo, yo te enseñaré.
— ¡Es una magnífica idea! Ve, ______, y diviértete. Yo debo hacer algunas llamadas telefónicas y no me gustaría dejarte sola—intervino Vincenzo.
—Con gusto aguardaré aquí —______ quiso librarse, pero él insistió. Justin permaneció allí, de pie, esperándola. Era evidente que no dejaría a su padre a merced de alguien como ella.
Tuvo que acceder para no despertar sospechas. Regresó a los pocos minutos con el bikini bajo la bata de playa.
Justin se hallaba bien equipado: toallas, loción bronceadora, bebidas frescas y un chaleco salvavidas.
—Tendrás que llevar esto —le ordenó—. Lo usarás mientras practicamos.
—Yo nado muy bien —protestó, pero él no le hizo caso.
—También los peces —se burló—. Vas a aprender un nuevo deporte. Si no te pones el chaleco, no habrá tabla hawaiana.
Era una buena excusa para negarse, pero la expresión de él le quitó las ganas de rebelarse.
—Está bien —se sometió ante la alegría del hombre mayor y una íntima satisfacción reflejada en el rostro de Justin. Al fin se dirigieron a la playa.
Si ______ esperó descubrir en la mirada de él un poco de asombro o escrutinio al quitarse la bata, se equivocó. Justin la ignoró. El se quitó la ropa y quedó con un breve traje de baño de color negro que la inquietó.
Justin llevó la tabla hasta las olas.
—Está bien —le dijo sosteniendo la tabla y ella se acercó temerosa, sabiendo que él se pondría feliz al verla caer una y otra vez. No tenía la menor idea de cómo subir a la tabla.
Justin, no vaciló. Cuando ______ se acercó, la tomó por la cintura y la subió, sosteniéndola hasta que ella se equilibró.
______ supuso que la empujaría y que la abandonaría a su suerte; sin embargo, él se mantuvo a su lado.

Un MomentoJB&TU (Terminada)Where stories live. Discover now